Soy abogada, comunicadora y mamá de dos hijos de 5 y 2 años . Trabajo desde los 18, no cobro ningún subsidio del estado, ni planes ni nada por el estilo. No tengo ningún cargo público ni un puesto de nada, trabajo en mi estudio particular que abrí como hace 10 años. Soy de las que pagan los impuestos todos los meses, haya plata o no ( porque al ser cuenta propista no tengo un ingreso fijo). En teoría podría ser la típica persona que vota a la derecha, podría ser de las que reniega de la asistencia social. Pero no, elijo todos los días de mi vida pararme en el lado correcto y apoyar proyectos políticos de inclusión, que respeten los derechos constitucionales de las personas y no que los avasallen. Me causa dolor ir a comprar un yogurt y pensar que hoy en día eso es inalcanzable para la mayoría de los pibes de nuestro país. Elijo no mirar al otro con desprecio sino como un igual, una madre desocupada o sin estudios tiene el mismo derecho que yo de poder alimentar a sus hijos y que vayan a la escuela, sea que tenga uno , dos, siete o más....no me importa si fuma, si se levanta tarde. Porque elijo no estigmatizar y pensar en los derechos de todos y de todas, en los niños especialmente. La protección del derecho a la vida va más allá de la protección contra los homicidios, sino de la obligación de los Estados de generar condiciones de vida "en dignidad" y esa dignidad surge del goce pleno de los derechos económicos, sociales y culturales. Eso lo ha determinado la corte interamericana de los derechos humanos, no es invento mío ni de ningún Kirchnerista. Los que votamos a Fernández el domingo no lo hicimos mirando nuestro propio ombligo, lo hicimos mirando a la sociedad en su conjunto. Y claro está, cuando el pueblo en general está bien eso nos beneficia a todos. Estudié en la universidad pública y allí no nos formamos solo como profesionales en una determinada carrera, sino como sujetos sociales que adquieren un conocimiento a modo de herramienta de transformación. Para mí el derecho (especialmente el derecho del trabajo que es mi especialidad) es una especie de trinchera dónde luchar por la igualdad, siempre que esos derechos sean conocidos y por ende puedan ser defendidos por los sujetos tutelados ( los trabajadores). Por eso esta idea de fusionar de alguna manera mis trabajos de comunicadora social con la abogacía, creo que funciona y puede servir. En fin, esto va principalmente para los que dicen que los que votamos al frente de todos somos vagos, planeros o tenemos un "puestito". Acá nos jugamos los sueños, las esperanzas, por eso nos abrazarnos y lloramos el domingo, porque estamos convencidos de que un país mejor comienza a partir del 10 de diciembre.
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