El próximo 1° de marzo, se viene la apertura de las sesiones ordinarias de la Asamblea legislativa en el Congreso, en las que el presidente Macri las inaugurará oficialmente mediante un discurso.

Por los antecedentes que se vienen dando y el desastroso contexto macro y microeconómico de las gestiones del gobierno macrista, ya pudo observarse hacia adónde irá y qué medidas anunciará en dicho discurso el presidente: puntualmente en el documento del Ministerio de Producción y Trabajo titulado “Leyes para la transformación productiva”, (aquel tan criticado por mostrar una ilustración en la que un grupo de rubios bien vestidos, soportan sobre sus cabezas el peso de una multitud de morochos que no pagan impuestos), el planteo central, más allá de toda connotación discriminatoria por parte del gobierno,del documento deja bien en claro que el diagnóstico del gobierno respecto al mercado laboral, es que “lo que no deja crecer” a las unidades productivas es “el costo laboral” y “la carga tributaria”.

Y, lo que el gobierno presentará como la forma o “lo que se está haciendo para defender a las pymes”: serán cinco leyes presentadas como: 1) Nuevo marco tributario para el desarrollo de emprendedores y pymes, 2) Ley de fortalecimiento de los derechos de los trabajadores informales, 3) Ley de Lealtad Comercial, 4) Ley de Defensa del Consumidor, y 5) Ley de Economía del Conocimiento (Industria 4.0).

Desde el Ministerio de la producción, conducido por Dante Sica, “son leyes que actúan como puente entre el primero y segundo mandato”. Concretamente, desde ese documento, fuertemente relacionado con lo que Macri anunciará, por supuesto: se busca reducir los costos laborales, incentivar el blanqueo, desincentivar la litigiosidad laboral (que el trabajador casi que no pueda reclamar vía justicia laboral por su despido y sus derechos correspondientes), disminuir la inseguridad jurídica para la inversión extranjera, y creación de un fondo de cese laboral (con el que el trabajador termina pagándose su propia indemnización por despido), o sea precarizar la fuente laboral.  O sea, una flexibilización laboral, encubierta.