Bajo el escudo de la modernidad, el progreso, la agilidad de los trámites pertinentes y agilizar los tiempos del escrutinio provisorio, el gobierno oligárquico va con todo por el voto electrónico, de hecho, avanza con cambios en la votación nacional que incluyen transferencia de datos con escáners desde las escuelas, para lo que contrató a una empresa internacional que durante más de una década hizo elecciones en Venezuela (que dicho sea de paso, tiene varias acusaciones en otros países), y también, un dato para nada menor: buscan lograr la votación anticipada de argentinos en el extranjero, presos y de militares.

Mientras que desde el gobierno sostienen que son cambios pedidos por la Cámara Nacional Electoral, el Partido Justicialista definió en su congreso partidario de la semana pasada que impulsará la nulidad de todos los cambios en la Justicia electoral.

Contraponiendo el paradigma de que el "mundo desarrollado", lo emplea, los datos indican que tanto Alemania, como Holanda, Noruega, Irlanda, Reino Unido y Finlandia, lo probaron en su momento, pero luego dieron marcha atrás volviendo a la forma tradicional de voto. Es más, Suecia decidió ni siquiera intentarlo. Por su parte, Francia anunció que el voto electrónico (que existía para elecciones municipales desde el 2003) no sería permitido en futuras elecciones legislativas, debido a problemas de ciberseguridad.

En su momento, la legislación de Holanda permitió la implementación del voto electrónico ya en 1965. Más del 90% de los votantes usaban el sistema hasta que en el 2006 se detectaron fraude en elecciones comunales. Como consecuencia, el gobierno anunció en el 2008 que volverían al voto con boleta de papel.

Volviendo a la Argentina, el voto electrónico, es una iniciativa que no prosperó en el Congreso después de que todos los especialistas informáticos de las universidades nacionales, incluido Conicet, se pronunciaran en contra. Para el sistema de transmisión, el Correo Argentino ya hizo una licitación que ganó la empresa Smartmatic, que recibirá por este nuevo sistema un total de 1.365.232,66 dólares. Dicha empresa, en la Argentina intervino en los comicios en Córdoba, donde fue cuestionada por el hoy, ministro de Defensa, Oscar Aguad, por ser poco confiable.

A Smartmatic, el PJ le atribuye una vinculación con Cambridge Analytica, empresa acusada en su momento y a nivel internacional por el robo de datos de Facebook y el uso de esa información para campañas.Cambridge dijo haber actuado ya en la Argentina y todas las miradas se posaron en el PRO, que negó vinculación.

Desde un documento del PJ, se advierte que “El software a utilizar esta desarrollado por una empresa privada y es de código cerrado. No existe análisis de ninguna institución oficial sobre la conveniencia y confiabilidad de uso”, por supuesto, desde el gobierno aseguran que el código es abierto, y que se va a presentar y se va a distribuir a los partidos para que lo auditen cerca de la elección. La discusión, ya está dada. La discusión ya está en manos de la justicia electoral.