Fuentes Seguras. Sombras del futuro
la señal

Qué piensa nuestra gente, cómo influye la inflación y cómo lo aprovechará el espacio antinacional. Responsabilidades.

¿La pandemia es para siempre? Maradona: la gigantesca ausencia del gran comunicador. La economía interior, las cuentas estatales y la gestión sobre la deuda externa. ¿Qué planteó Alberto ante el FMI? Alternativas económicas. Y más alternativas. Qué piensa nuestra gente hoy y cómo incide la inflación. Las dos movidas que se avecinan para corroer la unidad.

¿ESTO ES PARA SIEMPRE? La pregunta formulada al histórico sanitarista Jorge Rachid surgió de la zona más preocupada de nuestro interior. Nuevas cepas, mutaciones, tercera ola. ¿Esto es para siempre? “La molécula en sus variantes, sus modificaciones, va buscando los grupos etarios nuevos o los obstáculos a vencer para poder dar una respuesta a su necesidad de parasitar. Es un manejo instintivo, como el de una rama de un árbol que busca el sol. Va tocando nuevas músicas para adentrarse en nuevas zonas porque los grupos de riesgo se le van acabando. Entonces tiene menos menú para parasitar; ahora necesita esforzarse para penetrar inmunidades naturales entre la gente más joven que antes no le interesaba”.

Por eso, apuntó, “las cepas nuevas están atacando poblaciones más jóvenes, están disminuyendo las edades en terapia intensiva y en cementerios. Esto identifica a todas las variables: Manaos, Inglaterra, Río de Janeiro, Sudáfrica, India, todas. La dificultad más importante proviene de la cepa sudafricana que resiste algunas  vacunas, pero no es un capítulo cerrado, se está estudiando. Por ahora todas conservan la estructura molecular, lo cual hace que tengan, con la vacunación, un amparo de inmunidad para la muerte y la terapia intensiva, no para la enfermedad y las complicaciones”.

“¿Cuando se frena esto? Es la parte geopolítica de tu pregunta. Por eso el mismo imperio pide la liberación de las patentes, porque sabe que por más que haya 70 países vacunados pero no todo el planeta, se van a seguir produciendo mutaciones de esta molécula que van a causar estragos en distintas poblaciones. Por eso hasta el imperio se compromete con esta lucha para extender las vacunas. Así como se volcó dinero en el Plan Marshall para la reconstrucción de Europa, se van a volcar recursos para evitar la expansión de la pandemia”.

Conclusión, se puede resolver. Pero los tiempos no serán los deseados.

 LA AUSENCIA DEL GRAN COMUNICADOR. Sin que el sistema realizara esfuerzos apreciables, sin que los grandes medios, la FIFA, los servicios de inteligencia o las grandes corporaciones alcanzaran a coaligarse para hacerlo callar, el principal comunicador nacional y popular, Diego Armando Maradona, fue llevado a retirarse del juego pocos meses atrás. Confinado y abandonado por quienes aseguraron que iban a brindarle aquello que le faltaba atención y afecto, pagó caro el rencor que sus andanzas variadas contribuyeron a aquilatar en el interior de su ex esposa.

Quizás por complicidad, aunque probablemente por costumbre, los medios se sumaron al engaño y fomentaron la lapidación de esa imagen harto conocida por las parejas con separaciones conflictivas: los amigotes. Representantes, dirigentes y médicos escogidos por el propio Maradona fueron barridos por el entorno familiar tras la internación. La propaganda operó sobre un rastro conocido y portador de justificaciones enfáticas para muchas personas: acá hay mucho humo de cigarro, demasiado alcohol y estos tipos se la pasan todo el día hablando de fútbol.

Así, de un día para el otro, el genio que fue fútbol se quedó sin fútbol, sin una cuota sencilla de banco, de diálogos, de instrucciones que le permitiera ocupar su mente hiperactiva en el mayor placer que la vida le había prodigado. Así, mientras el entorno familiar se abstraía de los cuidados prometidos, preparaba la carga dura sobre un entorno fácil de demonizar ante la opinión pública tan buena, tan pundonorosa ella, con personajes previsibles. Abogados pícaros, médicos permisivos, dirigentes cómplices. Los amigotes, acusados por “la mujer de su vida”.

Esas malas compañías al estilo Serrat, lo necesitaban vivito y coleando, dirigiendo, para servirse de su inagotable capacidad recaudatoria. Fueron escogidas por el propio Maradona en su línea histórica sobre las amistades, haciendo uso de los derechos que todo adulto posee. Como a tantos mayores que nadie escucha, la familia le dijo no podés decidir qué hacer ni con quién estar. Te quedás sentadito ahí, sin molestar. Nada de andar con esos vagos de acá para allá. Y todo eso que decís que te apasiona, se acabó. La voz cantante la llevó una persona a la cual el artista no quería ni ver tras una separación sin vueltas y varios juicios millonarios.

Estas líneas no son una investigación sobre la muerte del campeón. Se trata de apuntes que señalan una ausencia extraordinaria. Por tanto tiempo, el espacio popular se ha devanado los sesos con el misterio de la llegada al gran público. Cuando hablan los dirigentes sindicales la voz se fortalece, pero la imagen de los mismos posee un borde infranqueable; lo mismo sucede con los referentes sociales. Cuando se explayan los políticos su decir arriba hasta las costas cercanas, mientras la prevención construye un muro invisible. Actores, deportistas, mediáticos dicen lo suyo y rebotan, pero juegan partidos de pasillo. Maradona, el gran ausente, no.

Maradona contra Macri; Maradona crítico de Israel, agudo censor de los Estados Unidos, irónico ante oligarcas e impiadoso con los zonzos; Maradona defensor de los derechos de los jugadores… y del público. Maradona analista del fútbol real y de la política “que le gusta a la gente”. Maradona contra el ALCA, Maradona contra Bush, Maradona contra Neustadt, contra Joao Havelange y contra Blatter. Maradona con Fidel, Maradona con Maduro, Maradona con las Madres, Maradona con Alberto. Y cada aserto, cada debate, ameritaba escucha, repaso, lectura, pues contenía fundamento inapelable, que lo erigía como uno de los tipos más inteligentes del país.

Cada vez que Diego Armando Maradona decía algo, las paredes de cristal se rajaban, las humaredas que ocultaban la visión se disipaban, los ruidos ensordecedores se acallaban. Las cámaras y los micrófonos, afines y ofendidos, lo buscaban y lo reproducían hasta el infinito. Nadie se quedaba sin conocer su mirada aguda sobre los asuntos más sencillos y los desafíos más intrincados.

El hombre llegaba hasta el último rincón del país y a varios de los escondrijos más remotos del planeta. Su Ser es irreemplazable y, como suele decirse sólo que esta vez en serio brilla por su ausencia. No existe un solo protagonista que acaricie, siquiera, la dimensión de quien recibía en cualquier posición, controlaba sin esfuerzo, con resto, y transformaba balones o ladrillos en jugada de gol.

Nos lo arrebataron ante nuestros ojos, sin que nadie atinara a hacer nada al respecto. Y aunque este sistema inicuo lo persiguió y lo obstaculizó todo lo que pudo, no se lo llevó. Hubiera sido una victoria singular, celebrada, contra el héroe de los humildes. El cierre de su gran campaña estuvo en manos de afectos más cercanos, que de tanta bronca no alcanzaron a comprender el volumen de una acción de desinterés que, quién sabe, ni siquiera puede ser considerada delito.

ECONOMÍA INTERNA y DEUDA EXTERNA. Nuestras Fuentes Seguras, en tono bajo. ¿Y el amigo? “Contacto estrecho. No tiene síntomas ni nada, pero por precaución lo mandaron a guardar”. Igual se podría comunicar por esta vía. “Si, pero está deprimido. A todos nos pega la situación y a veces la persona dice basta por un rato. Yo también tengo las pelotas llenas con todo esto, es justo eso que intuimos y que Rachid te respondió en el programa sin más ni más. Hasta cuándo ¿no? Varias veces me pregunté cómo serían estas charlas mate de por medio y cara a cara. “Yo también. La última vez que nos vimos fue por octubre creo. Y eso que tengo que moverme por fuerza cuando hay que ir a algún lado, pero todo es muy limitado, tocar y salir, barbijo y ni un café para cambiar figuritas”. Sabés que me sigue asombrando la situación. Y no hay otra. “No, claro. Qué le vas a hacer. ¿Te vas a juntar a comer? Decir que avanza la vacunación”. ¿Hay balance de eso? “El proceso de vacunación es exitoso. Está funcionando bien”.

-Qué tenés. “El Banco Central tuvo el saldo neto positivo más grande desde mayo del año pasado. Se aprovecharon los precios internacionales para una compra de divisas importante”. –El ministro de Producción bonaerense Augusto Costa dijo que “la política tarifaria no puede ser la del gobierno de Macri”“También admitió que hay que encontrar un equilibrio entre objetivos que a veces son contradictorios” Una nueva etapa de la discusión. “Si, con la afirmación del liderazgo de Máximo Kirchner en el PJ bonaerense, ya se puede hablar de un bloque que no deja de decir lo que piensa públicamente”. ¿Molesta? ¿Le preocupa a Martín Guzmán? “No lo sorprende. La gira fue un espaldarazo para su gestión sobre la deuda. Pero además cuando se observa la utilización de la capacidad instalada, se puede ver que sí hay una puesta en marcha de la economía”. El clásico sigue. Axel Kicillof dijo que el Estado tiene que tener el control, la fiscalización y el cobro de los peajes de la Hidrovía. “Es una voz autorizada y va a ser escuchado”.

El índice de inflación volvió a pegar fuerte. “Hay una desaceleración. No es lo ideal, está claro, pero el descenso se verá progresivamente hasta alcanzar un equilibrio. Se está trabajando mucho en la contención, sobre formadores, sobre las empresas y sobre los mercados”. (Al final del artículo, vamos con esto, lector)

El Senado advirtió que los recursos obtenidos por los commodities y los Derechos Especiales de Giro deberán volcarse a la atención sanitaria y, en general, sobre la vida económica interna. “Ese pronunciamiento es agitativo. No es sencillo reorientar el dinero. Por muchos acuerdos que se logren, hay que tener una base monetaria sólida y si prometés algo después terminás emitiendo para cumplirlo. Terminás tomando deuda para pagar vencimientos. Se va a considerar la iniciativa del Congreso pero tomá en cuenta que se viene reduciendo el nivel devaluatorio a porcentajes casi inexistentes”. ¿Me equivoco o esa es una respuesta liberal? “Ponele la palabra que quieras, lo que te digo es que el dinero tiene que salir de algún lado. Alberto pudo plantear sus exigencias en la gira porque el conjunto de la gestión muestra una tendencia al orden fiscal”. El problema es que sin dinero en la calle la recuperación no tiene impulso. “Pero también que sin un buen acuerdo con el Fondo, no podés llevar adelante los programas para la recuperación”.

En definitiva, ¿qué planteó el Presidente en Europa? “A los jefes de Estado en general, respaldo para la acción argentina sobre la deuda. Al Fondo en particular, una reducción de las sobrecargas en los intereses de los préstamos para ahorrar unos mil millones de dólares, una extensión de los plazos, y un aumento de los Derechos Especiales de Giro” Qué respondió el FMI. “Kristalina Giorgieva fue receptiva y se comprometió a analizar la posición argentina con el resto de las autoridades del organismo. Se mostró optimista en lograr un acercamiento en el corto plazo”. ¿Puedo tomar eso como una síntesis? “Si, es una síntesis muy apretada pero justa. Y hay que añadir algo importante: el parlamento chino manifestó apoyo para la Argentina en las negociaciones mediante una reunión virtual entre el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y su par, Li Zhanshu”. Massa está alineado. “Ni hablar. Yo diría: sigue alineado”.

 ALTERNATIVAS. En el difícil recorrido destinado a aprehender las variables clave de la economía, recurrimos a Juan Valerdi, quien se presenta como un economista que prefiere dar leña a vender humo. Arrancó así: “La discusión sobre una renta básica universal es artificial en la Argentina porque necesitamos sacar a un montón de gente de la pobreza y la indigencia. Los recursos que se invierten en tratar de que la gente morfe, podrían ser utilizados en que tenga acceso a precios razonables de los alimentos y no que los compre a los mismos que la están corriendo con la inflación y que son los que generan la pobreza y la indigencia”.

Audaz, admitió que “sólo ahí los neoliberales tienen razón al decir que el Estado se comporta como un Estado bobo. Yo no creo que sea así, pero en ese punto tienen razón. El Estado paga cientos de millones de pesos en asistencialismo que convalida la suba de precios”. Vos señalás que es preciso establecer un mecanismo eficiente rápido y transparente. ¿Es posible elaborarlo en estas circunstancias? “Que una parte de la población pueda comer es urgente. Si esperás las condiciones nacionales e internacionales óptimas para encarar la situación, lo único que hacés es patear la pelota para adelante. Estamos en condiciones tecnológicas de hacerlo. Si esto se pretende solucionar emitiendo y dándole 20 lucas a cada persona, los mismos empresarios van a intentar absorber ese dinero y te van a generar más inflación. Como vos decís en tu programa, los empresarios de la alimentación suben los precios porque los dejan. Hay que patear este tablero, es un tablero pesado. Hay que tener huevos para enfrentar esos intereses porque ellos están poniendo en riesgo a la población argentina y a la viabilidad económica y política del país”.

Entonces, desde una imagen que se referencia a la distancia con Caniggia, el especialista enfatizó que “acá no hay libre competencia. Si así fuera no tendríamos necesidad de Ley de Gondolas ni tendríamos cinco empresas definiendo los precios de la canasta alimentaria. Hay que dar acceso a las pymes, generar un sistema de crédito para esas pymes. De abajo para arriba hay que generar competencia y facilitar las cosas a las pymes para estar en el mercado. Si no querés que se enojen las cinco multinacionales que definen los precios, entonces no lo podés hacer”. Pasemos al cómo. “ Las divisas provenientes de la soja podrían ser un beneficio para el país si el gobierno tuviera la decisión de socializar una ganancia garantizada. Si no, es para cuatro vivos como dijo la ex presidenta. Hoy en la Argentina podés quitar recursos a los exportadores sin quitar recursos a los productores. Porque una parte de las retenciones que se le cobran a los productores se la quedan los exportadores”.

Entonces… “El estado debería dejar de transferir pesos dado que su objetivo es asegurar un mínimo de alimentos en la mesa de millones de argentinos, tampoco tienen sentido las mega compras centralizadas de alimentos secos de bajo valor nutritivo. Lo que debe hacer el Estado es acreditar unidades físicas de bienes mediante sistema de tarjeta y aplicación de celular para  canjear en cualquier comercio de modo simple y controlado. Es decir, esos miles de millones de pesos mensuales se convertirían en créditos de kilogramos de verduras, frutas, carne, litros de leche, etc. Esto además tendría una ventaja adicional sobre el sistema actual: el gobierno podría influir en las decisiones de qué compran los beneficiarios aplicando promociones especiales”.

Para lograrlo “el Estado debería pagar esos alimentos con un determinado valor definido públicamente y acordado con todos los oferentes de esos productos, así como acordar los márgenes a acreditar a los distintos intermediarios. Los pagos se realizarían de modo automático con la misma periodicidad que hoy se transfieren los fondos a la tarjeta AlimentAR, es decir quincenalmente, lo cual sin duda sería mucho mejor plazo que el que suelen imponer los hipermercados. Obviamente la definición de los precios de los productos sería de algún modo una guerra permanente, pero al menos el Gobierno discutirá esos valores cara a cara con los formadores de precios y no como ahora que se limita a pedirles un pacto de caballeros”.

MÁS ALTERNATIVAS. En línea semejante, un destacado grupo de economistas de orientación nacional presentaron un interesante documento titulado “Primero la salud y la vida. Después la deuda. El presente y el futuro están en juego”. Allí, entre otros postulados, proponen:

“Suspender los pagos por capital e intereses con el FMI y el Club de París, mientras se extienda la emergencia sanitaria. • Reprogramar los vencimientos con todos los organismos financieros internacionales con plazos acordes a las verdaderas posibilidades de pago del país. • Renegociar la disminución de intereses, cargos y comisiones previstos en los acuerdos vigentes. • Utilizar la cuota que le correspondería a la Argentina (estimada en aproximadamente 4.350 millones de dólares), de la emisión esperada de Derechos Especiales de Giro (DEG) por parte del FMI de USD 650.000 millones totales, para fortalecer las reservas internacionales del BCRA, aliviando las restricciones que limitan la atención de los graves problemas derivados de la pandemia Covid-19 y privilegiando la salud, educación, vivienda, trabajo, reducción de la pobreza e indigencia, entre otros y no al pago de la deuda por capital e intereses o gastos que el país mantiene con el organismo o con otros países englobados en el Club de París. • Apoyar la querella criminal iniciada por el Gobierno Nacional contra los funcionarios actuantes del anterior gobierno en la obtención del préstamo “stand by” con el FMI. • Investigar el destino de los fondos de dicho préstamo para identificar a los responsables de la fuga de capitales, puesta en evidencia por la investigación del Banco Central de la República Argentina. • Exigir al FMI que brinde todo el apoyo para continuar con las investigaciones, determinar y diferenciar deuda legítima de ilegítima y que, asimismo, colabore en encontrar los fondos fugados del país”.

Suscriben Fernanda Vallejos, Roberto Feletti, Pedro Biscay, Jorge Marchini, Felisa Miceli, Ricardo Aronskind, Guillermo Wierzba, Noemí Brenta, Claudio Katz, Eduardo Lucita, Juan Ciolli, Horacio Rovelli, entre otros. Lo difundimos, pues tiene sentido.

 EL DAÑO POLÍTICO DE LA INFLACIÓN. El debate está a la luz. ¿Cómo se despliega en el hondo bajo fondo? Entre el diálogo y los sondeos podemos hacernos una idea del panorama que deriva en previsiones (prematuras) con vistas a noviembre. A la cabeza de la opinión se encuentra la duda metódica: entre la emergencia sanitaria y la realidad económica, el grueso de los argentinos no logra resumir su calificación del Gobierno Nacional ni adelantar su sufragio. Forzando el tranco, podemos indicar que la acción oficial contra la pandemia es evaluada como “buena” y la política económica como “mala”.

Ahora bien. Mientras el núcleo fuerte del voto liberal antiperonista se sostiene amalgamado -aunque reducido a su esencia-, la intención del mundo electoral nacional popular muestra signos de caída. También en su base más sólida. Si fuera posible agrupar las causas en una palabra deberíamos escribir “inflación” aunque los dilemas cruzados, como se percibe en este artículo, resulten múltiples. En concreto, la tenaz creciente de los precios está horadando la confianza popular en el Frente de Todos. Si bien los responsables están identificados ante la mirada colectiva, la dificultad gubernamental para ponerlos en caja contiene factores corrosivos. La debilidad bienintencionada no configura un valor positivo para la comunidad.

En ese marco los recientes anuncios lanzados por la cartera de Desarrollo Social para potenciar la economía popular pueden resultar valiosos. También, el impulso a las leyes de agricultura familiar y la que impone límites a la compra de tierras por inversores del exterior. Revelan la utilidad de las demandas planteadas por los movimientos sociales y gremiales. Es probable que a la hora de decidir a quién votar, una zona mayoritaria de la población concluya que “con estos, al menos, se puede hablar” mientras que “aquellos, ni escuchan. Sólo roban y fugan”. Pero el cocodrilo en el bolsillo de los funcionarios identificados como fiscalistas sigue operando y la sequía monetaria callejera es ostensible. En este flanco los medios apuntalan los problemas pero no definen: la preocupación social se asienta en datos muy concretos.

Estas líneas deberían asumirse como una advertencia razonable con unos cuantos meses por delante para buscar soluciones adecuadas. Sobre todo porque desde el bloque liberal oligárquico los objetivos siguen fijos: dividir la coalición gubernativa, limar los logros, acicatear el desaliento colectivo. Esa región minoritaria sabe que esta no es “su” gestión aunque consiga extender la acumulación de importantes beneficios. En las semanas venideras observaremos dos movidas audaces que se originan allí y se asientan en las complicaciones económico sociales: una nueva andanada contra el kirchnerismo, liderada argumentalmente por el diario La Nación y fogoneada por los satélites de Clarín, y el emerger de una “opción” seudo peronista destinada a rascar entre 5 y 10 puntos del caudal electoral frentista.

Resulta claro que esas acciones, en modo abanico, intentarán disolver la esperanza en las franjas medias y bajas. Tendrán altavoz pues sus gestores son los dueños del altavoz. Tendrán amparo judicial pues ellos poseen, además, los resortes que lo facilitan. Pero sólo alcanzarán el éxito si el reparto del PBI acrecienta su regresividad. El lector percibe aquí que nos enteramos de sus planes con antelación; podemos denunciarlos, quebrarlos conceptualmente y mostrar sus consecuencias. Nuestra labor de poco servirá de no aplicarse un programa nacional, popular, industrial, distributivo, muy enérgico y abarcador. El dinero en manos de las grandes masas es el elemento primordial que puede desactivar los mejores planes del Partido Tanático.

Ahí, las responsabilidades se resumen en un embudo y quedan en manos del Poder Ejecutivo Nacional.

 

  • Area Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal

Pinturas Carlos Gorriarena

 

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