Agenda mediática y la fábula del traje nuevo del emperador.
Emperador desnudo

Seguramente todos (al menos los de mi generación o anteriores) recordarán una fábula llamada  "El traje nuevo del emperador", donde todo el pueblo hablaba de lo bello y lujoso del nuevo traje del emperador cuando en verdad estaba desnudo. Todos lo veían pero nadie se atrevía a discutir el relato oficial y entonces se hablaba de lo fino de los hilos, de lo excéntricas de las telas, hasta que un niño se atrevió a decir la verdad. Algo así es lo que veo que sucede con los medios de comunicación masivos, tanto oficialistas como opositores (más aún en los primeros) donde lamentablemente no se ponen en el centro las preocupaciones de las personas del común. Los medios no reflejan la realidad de lo que se vive en el barrio, de lo que uno habla con sus amigos, con sus vecinos, con sus compañeros del trabajo. Cualquiera de nosotros, los que trabajamos por un sueldo o de manera independiente, quedamos endeudados con algo o debemos servicios, la tarjeta, cuotas de colegio, o impuestos. Una señora que trabaja en servicio doméstico por ejemplo tiene que trabajar 4 horas para comprar un kilo de milanesas, un salario mínimo entero no alcanza ni para alquilar una casa y si tenés chicos hoy en día comprarles frutas o un yogurt es un lujo. Que un jubilado que se deslomó toda su vida para sacar adelante este país esté al borde de la indigencia no parece un tema importante para quienes elaboran las agendas. Tampoco el 44% de pobres, tampoco que 6 de cada 10 pibes de nuestro país no tengan cubiertas sus necesidades básicas. Se nos presenta como una conquista para nuestra libertad de mujeres que podamos "disponer de nuestro propio cuerpo" con la legalización del aborto; pero ni hablar de "disponer de nuestra propia vida", de acceder al trabajo digno, del derecho de alimentar a nuestros hijos. Me dirán: sí, pero la pandemia,... pero Macri,... se hizo lo que se pudo con el IFE, los ATP, la tarjeta alimentar,... la prohibición de despidos. La verdad es que apoyé cada una de esas medidas, pero nunca me creí el relato oficial de que gracias al IFE muchos argentinos hasta pusieron sus propios emprendimientos. Porque hasta eso nos llegaron a mostrar, que con $30.000 en siete meses un muchacho se puso una pizzería (cuál es la diferencia con los de Cambiemos diciéndote que podías salir adelante haciendo cerveza artesanal?) Sería bueno ver a alguno de los funcionarios que vivan con un IFE y después nos cuentan. Sinceramente la carta de CFK me resulto poco, o menos de lo que se espera de ella y con la responsabilidad de haber elegido a Alberto Fernández como su sucesor. Porque seamos realistas: lo votamos por ella, y pensando en que el modelo a seguir iba a ser diferente al impuesto por Macri. Denunciamos el lawfare que es absolutamente dañino para las democracias, es cierto y lo sostenemos. Pero la gente tiene hambre y tiene que comprar un pan dulce en cuotas.

Prendés la tele y los temas son coronavirus y anticipo del rebrote de marzo,  sucesión de Maradona (con gente opinando sobre temas que desconocen como la acción de colación en la herencia), aborto, pañuelos y como siempre el caballo de batalla de la derecha: el debate sobre bajar la edad de imputabilidad (remarco en un país donde 6 de cada 10 pibes son pobres). Entonces creo que quienes estamos de algún modo involucrados con la comunicación y que la entendemos como un derecho de los pueblos tenemos tremenda responsabilidad. Podemos elegir entre repetir un relato, lo que es más fácil y cómodo; o ponernos a la altura de las circunstancias. A mí no me va lo de aplaudir como foca. Creo que este país tiene potencial y que merecemos mucho más que recibir migajas del poder de turno. Tenemos que proponer otras agendas, unirnos los que hacemos comunicación por puro compromiso, muchas veces poniendo plata de nuestro bolsillo y resignando nuestro tiempo. De chica siempre me gustó esa fábula que de algún modo nos enseña que la verdad muchas veces no coincide con lo que todos dicen. Que repetir un relato no lo hace real y que hay que tener la valentía de ese niño que se animó a decir lo que todos veían pero no sé animaban, "el emperador está desnudo".

 

Dejanos tu opinión

El contenido de este campo se mantiene privado y no se mostrará públicamente.
CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.