Chau 2022. Bienvenido 2023!!
año2023

Año variopinto si los hubo. Estábamos intentando salir del COVID-19 cuando nos desayunamos con la guerra entre Rusia y Ucrania que marcó la economía y la política de todo el año y lo seguirá haciendo por un tiempo. Convivimos con una inflación corrosiva que no nos abandona y que nos obligó a transformarnos en ministros/as de economía y en estrategas cotidianos contra sus efectos reales que produce. Nos paralizamos ante el intento de asesinato de la vicepresidenta, nos acostumbramos a las interminables peleas de palacio que no descansaron ni en las fiestas y a las infinitas cloacas que invaden el poder judicial, político, empresario y mediático.
Asumió Gabriel Boric en Chile y ganaron Gustavo Petro en Colombia y Lula en Brasil. Pueblos que eligieron otro camino para transitar este siglo XXI que todavía es una incógnita.   
Despedimos a Hebe de Bonafini, Pablo Milanés, Jean-Luc Godard, Magdalena Ruiz Guiñazú, Pinky, Jerry Lee Lewis, Carlitos Balá, Jean-Louis Trintignant, Isabel II, Irene Papas, Gal Costa y “O Rei” Pelé. Asistimos al retiro de los escenarios de Joan Manuel Serrat saludando con su guitarra y su banquito y a la renuncia de Marcelo Gallardo como director técnico de El Más grande.
Belgrano de Córdoba e Instituto retornaron a la Primera División, Defensores Unidos de Zárate y Racing de Córdoba ascendieron a la Primera Nacional, Argentino de Merlo a la Primera B Metropolitana y Liniers y Puerto Nuevo a la Primera C. Alegría multicolor en varias ciudades. 
Con todos esos gritos en el alambrado fuimos al Mundial de Qatar. Exótico, lejano y enigmático. 
Y nos trajimos la Copa que se nos negaba hacía 36 años. Cinco millones de personas inundaron las calles, avenidas y autopistas. Una alegría nacional que se sintió en el cuerpo, desbordó el corazón e hizo feliz a pueblos pequeños y ciudades multitudinarias. La celeste y blanca brilló en medio mundo y fue estandarte de pueblos lejanos que expresaron un sentimiento global.  
Futbol del bueno, trabajo, aguante, desparpajo en los pibes, bastón de mando sin grandilocuencias en Messi y capacidad para cambiar a tiempo en Scaloni, Aimar, Samuel y Ayala. Se vio la mano maestra de Pekerman y Menotti que fueron parte histórica e invisible de un triunfo que nos aquerenció en un estado de placer que todavía nos dura.
Por un 2023 que nos dará la oportunidad de elegir un camino a transitar con la esperanza de encontrarle la vuelta a una realidad que nos desafía cada mañana…

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