DÓNDE VIVIR
casas

La problemática de la vivienda es angustiante para (muchos) miles de personas. Las condiciones y precios de los alquiles se han disparado de manera exponencial y las familias tiemblan cada vez que se acerca el tiempo pactado para la nueva actualización del precio del arriendo de un lugar para vivir. Los que hemos tenido la suerte (por trabajo, por herencia o por puntería) de tener nuestra vivienda respiramos aliviados cuando vemos la angustia de millones que no. Como suele suceder, la tendencia a simplificar un problema complejo corre el riesgo de empantanar una discusión vital. El derecho a una vivienda digna consagrado por la Constitución Nacional no es, en el debate mediático, ni siquiera mencionado. Y el capitalismo financiero se ha “colado” en el debate, para no perder la costumbre. ¿Qué derecho prima? ¿El de habitar en una vivienda digna o el de la propiedad privada inviolable? ¿Por qué? La respuesta es, siempre, ideológica. Cualquiera sea. El “mercado” jamás se ocupa ni se ocupará del acceso a derechos, más bien a quitarlos. Todos, incluido el de la propiedad privada, como ya ha sucedido varias veces en nuestra breve historia. (2001, por ejemplo) Situaciones: . La “demanda”: una familia debe destinar más de uno de los salarios de sus miembros (si tomamos el promedio de ingresos) para alquilar un departamento casi digno. La inaccesibilidad al crédito para la construcción viene desde hace tanto tiempo que se me pierde en la memoria. . La “oferta” de propiedades para alquiler se ha visto desvirtuada por varias razones: señalo sólo dos, pero hay más. . La obscena y permanente construcción de enormes edificios (en general de pésima calidad) por parte de “fondos de inversión”, capitales en muchos casos de dudosos orígenes. Amparados, como en la ciudad de Buenos Aires, por las políticas que favorecen, promueven y subsidian a este tipo de “emprendimientos”. Se produce aquí una contradicción para el capitalismo: ¿no es que a mayor oferta baja el precio? No. Porque el objetivo no es obtener ganancia por alquilar sino especular con el valor de la propiedad. Y se amparan en que cualquier regulación “va contra la viejita que con mucho esfuerzo compro una segunda propiedad para tener una rentita”. No son las segundas propiedades de las viejitas el problema, sino la especulación de grandes capitales. No me voy a detener a analizar las porquerías que construyen. Ese es otro tema. El avance brutal de Airbnb, a través del cual miles de propiedades son “sacadas” del mercado de alquiler regular para obtener ganancias más grandes, más rápidas y ayunas de control. Donde también se “coló” e capitalismo financiero. Grandes edificios con decenas de monoambientes puestos en este mercado sin regulación ni control. En la ciudad de Buenos Aires, son alrededor de 350000 propiedades que, naturalmente, exceden la demanda. Una de las condiciones que tiene esta plataforma para ofrecer en alquiler una propiedad en las grandes ciudades es que sea “apto profesional”, cosa que NO SE CUMPLE en Buenos Aires: según investigó el diputado Defilippo de la Coalición Cívica Libertadora (cuya medida de “comunismo en sangre” es cero), la Ciudad tiene un convenio de no litigar contra Airbnb. Por algo Defilippo no es más diputado de la alianza conservadora. Misterio. No hay UNA sola solución: ¿Qué han hecho los países que son presentados como “modelo”?

1.- REGULAR la oferta. En Barcelona, Paris, y Londres establecieron normas mediante las cuales existe un registro de propiedades en alquiler. Y hay un límite para AIRBNB: un propietario puede elegir ponerlo en esta plataforma pero SOLO UN TIEMPO DETERMINADO del año. Dos meses en el caso de Barcelona. El evaluara si le conviene tenerlo dos meses asi o un año con alquiler “normal”.

2.- IMPUESTOS altísimos a las viviendas ociosas de carácter progresivo: cuantas más viviendas ociosas tenés, mas alto es el impuesto. Dicho de otra manera: vos podes tener 1000 deptos vacíos, OK, pagas 5 veces más de impuestos que quien los alquila de manera permanente. Lo aplica el estado comunista alemán.

3.- OFERTA estatal de propiedades: en Alemania, el Estado posee miles de departamentos que ofrece en alquiler para que bajen los precios de “mercado”.

4.- TOPES a los precios de los alquileres (horror para los liberales) que consiste en establecer un monto máximo del precio de alquiler por m2. Aplicado en España no produjo las catástrofes que vaticinaban los gurúes de la economía… De 34 países de la OCDE (los ricos y poderosos del mundo), 23 regulan la actualización de los precios y 13 verifican el precio inicial.

5. INVESTIGACIÓN JUDICIAL de los orígenes de los grandes capitales constructores. Como en USA, por ejemplo. Quizás, la central y más clara política, sea la de asignarle al Estado el poder de regulación y control. No se trata de expropiarle la segunda casa a las viejitas, sino de controlar a los grandes capitales que, como en todo, se la llevan con pala mientras reclaman libertad. O quizás sea el momento de pensar en las enormes extensiones de terrenos estatales ociosos para la construcción de propiedades dignas, accesibles, autosustentables, con créditos para que las familias no deban pensar que hacen el mes que viene cuando les llegue la actualización del alquiler. Respuesta que de comunista no tiene nada, capitalismo puro de utilización eficiente de los recursos ociosos. Pero, como siempre y para todo, hace falta tener el coraje de enfrentar al poder verdadero.

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