Si se pudiese volver el tiempo atrás... sin lugar a dudas que habría que decirles a los hermanos de la tierra: "¡Devuélvanles los espejitos de colores, ya que ésos no son más que asesinos, y bucaneros encarnizados que traerán una barbarie disfrazada de civilización!!!... ¡Échenlos cómo puedan!... A como de lugar.
Ellos, se quedarán con el aire, el agua, la tierra, el oro, a cambio de pestes, vejaciones, y torturas. Los negarán, y los desaparecerán". Ésa es la clase de civilización con la que vinieron. Ésa es la clase de barbarie cotidiana (disfrazada de civilización y progreso que somos, hoy).
La civilización de los grandes acumuladores de alimentos, que niegan alimentos. La civilización que rinde lealtad a un rey, o a pocas corporaciones. La civilización de grandes laboratorios que sacan sus medicamentos de la tierra, pero no comparte sus recetas hasta que no se tiene el dinero para pagar por ellas. La civilización de las calles más grandes del mundo, con los apellidos de los grandes genocidas (que repartieron las tierras entre las pocas, apenas, ¿Cuántas?... ¿100 familias terratenientes, de siempre, tan respetables, ellas?, ¿No?) y los primeros endeudadores seriales con las grandes potencias, y la civilización que, como si todo ésto fuera poco, los dibujaban como "próceres"(ahora ya no, porque hay que olvidar la historia, para no tener memoria y volver así a repetir errores). No es el día de la "raza", que los conquistadores impusieron, será el día de la "caza", a los hermanos de la tierra. ¿De cuánto tendría que ser el valor del billete de la sangre derramada por los hermanos de la tierra?, de ninguno. La dignidad no se compra, ni se vende. Gracias, por nada, conquistadores.