Todas las PYMES no tienen el mismo origen, ni pasan por la misma experiencia. Igual que las personas, depende de la suerte, de la cuna donde naciste, en donde te educaste, etc.
Por eso hoy me voy a referir específicamente a aquellas parecidas a la mía, que nacieron solo a partir de una idea, una hoja de cuaderno, un cuadriculado doble oficio, cualquier elemento para poder mamarrachar, para poder llevar al papel aquello que venía dando vueltas en la cabeza. Así se comienza a dar forma a una futura PYME, rascándose la cabeza, pasando horas y horas pensando el cómo, el que, con quien, donde, cuanto y lo más importante, esto último de donde sale.
Soy un convencido que si hay una buena idea y bien elaborada, la plata siempre aparece. Nadie deja pasar un buen negocio, con buena rentabilidad si se lo plantean en forma cristalina…y así arranco hace justo 70 años nuestra empresa. Con dos telares viejos, un socio que no sabía nada de industria y menos de textil y muchísimo esfuerzo. Para Don Bernardo, (mi papa) no había día y no había noche, no había feriados o días hábiles, todo consistía en darle para adelante. Si las maquinas se rompían, había que caminar veinte cuadras con la pieza al hombro para llegar al tornero. Soportar el frio, el calor, las inundaciones, el barro.
Esta historia se puede repetir por miles a lo largo y ancho de la patria. Mis hermanos y yo fuimos creciendo dentro de la fábrica, ayudando, aprendiendo los distintos oficios, siempre guiados por un excelente maestro y despacito se fue convirtiendo en empresa. Ya no eran dos telares, sino veinte y después cuarenta. Y ya no era solo mi papa, el mecánico, el tejedor y una ayudante, sino que hacía falta más y más mano de obra. No solo se fabricaba entretela de lana, sino se empezaron a producir telas para la moda, telas para uniformes militares, estampados, bambulas, etc. Y la vida fue pasando….
Todavía no había cumplido los 22 años y el viejo me dijo si me animaba a manejar la fábrica por un par de meses, quería tomarse unas merecidas vacaciones, y por supuesto le dije que sí. Toda la fuerza de la juventud, el desparpajo y el conocimiento de haber mamado ahí dentro cada operación, cada intersticio.
Pasaron 51 años y estoy aquí sentado en la dirección de la empresa como ayer. Solo que en los 80 le dimos a la empresa un giro copernicano. Tal como hacemos los PYMES, me tire a la pileta y trajimos la primera máquina de “NO TEJIDO”, algo revolucionario en aquellos años, hoy un producto de uso diario y necesario. Pero la plata (siempre la plata para el pequeño empresario) no alcanzaba para toda la máquina, entonces trajimos la mitad, convencidos que nosotros, en el país podíamos construir la otra mitad. Los alemanes cuando la vieron dijeron que “esto nunca va a andar”, sin embargo al año siguiente nos pedían el muestrario para exhibirlo en Alemania.
Este concepto del cambio oportuno me parece importante transmitírselo a los colegas. “TODO CAMBIA” y es nuestra responsabilidad y visión, adaptarnos lo más rápido posible. Si tenías una fábrica de sombreros, y queres tozudamente seguir fabricando sombreros, te vas a fundir porque no se usan más, salvo en la playa.
Los años, las crisis recurrentes del país nos hicieron morder el polvo, pero también nos hicieron más creativos, más fuertes. Tuvimos que apretar los dientes, tuvimos que hacer malabarismos para resistir y lo hicimos. Estaba el concepto que JUNTOS vamos a poder salir adelante y nadie se quejaba, porque cuando había una naranja era un gajo para cada uno, siempre en forma igualitaria, siempre equitativo al esfuerzo de cada uno.
El no tejido fue reemplazando a la producción de telas tejidas hasta que esta última desapareció totalmente. Arranco una nueva etapa de consolidarnos y crecer en esta nueva faceta. Se incorporó entonces una línea de Thermo- Bonded y luego casi mágicamente, porque la vida de un PYME tiene esos repliegues, dimos con un fabricante de máquinas italianas de spun-bonded, al que le explicamos que solo podíamos pagar en cuotas, pero para ser justo le proponíamos adelantarle la mitad en el año de fabricación y después le pagábamos la otra mitad una vez entregada la maquina e increíblemente acepto.
De ahí en adelante solo fue sumar más y más toneladas de fabricación. Piensen que esta historia arranca con 1 tonelada mensual y ahora estamos en las 700 toneladas. Satisfechos de poder servir al país, a Sudamérica y a varios países del llamado primer mundo en esta crisis pandémica con los productos necesarios para atender el cuidado de: enfermos, médicos, enfermeras. Somos uno de los dos fabricantes de melt-blond que es el filtro anti-bacteriano de los barbijos y seguimos innovando, de hecho acabamos de lanzar la primera tela no tejida que mata las bacterias por simple contacto a base de nano-tecnología a la que le pudimos incorporar en masa el nitrato de plata.
Seguimos pensando para adelante, con la cabeza y los proyectos mirando al 2.022. El 2.021 ya está planificado entra una nueva línea en enero y otra en agosto, esta última será el equipo más moderno y sofisticado de la industria textil en Argentina y nos pone muy orgullosos el construir futuro para nosotros, para la familia SCALTER y para todos aquellos que quieran trabajar construyendo Patria
Dejanos tu opinión