¡¡FRAUDE!!
fraude

Muchas veces sucede que un perdedor de elecciones denuncie fraude. Denuncia cuya verosimilitud dura las 48 horas posteriores durante las que se deben presentar las pruebas de la denuncia. O unos días mas hasta el recuento definitivo. Aun viviendo en una situación extraña como la actual, es algo llamativo que alguien lo denuncie ANTES de que se produzca. He leído quien ha dicho “tengo la sensación que nos van a hacer fraude”. Miles de imbéciles que nunca estuvieron en una mesa electoral, gritan FRAUDE porque lo vieron en la tele o lo leyeron en un twit de otro nabo que nunca militó en ninguna fuerza democrática. Ni jamás estuvo en una mesa electoral. Es como si una persona saliera de la casa a la mañana y denunciara que a la tarde lo van a chocar en la esquina de San Martin y Belgrano. Es fácil de prevenir. No vayas por ahí. Quienes tenemos alguna experiencia en elecciones en nuestra Patria sabemos de la imposibilidad de un fraude organizado. Cualquier paparulo que sepa sumar sabe que hay alrededor de 120000 mesas en las elecciones de Argentina y que un proceso de fraude debiera organizar a por lo menos 360000 argentinos y argentinas que se pusieran de acuerdo para torcer la voluntad de los votantes. 120000 presidentes y el doble de suplentes (personas sin afiliación partidaria) a la vez, coordinadamente. Yo tuve el honor de ser presidente de mesa en varias oportunidades antes de mi afiliación, fiscal de mesa y fiscal general en muchísimas otras. Aunque hubiera querido robar votos es IMPOSIBLE hacerlo. Las fuerzas políticas tienen muchas maneras de controlarlo. MUCHAS. Durante el proceso de votación, en el conteo en la mesa, en el envío de los telegramas, en el seguimiento posterior de que los resultados sean correctamente volcados, etc, etc, etc, Los procedimientos de impugnación de voto, de secreto del voto, de conteo, de recopilación de datos para el recuento PROVISORIO cuenta con garantías que todos los que participan tienen a la vista y para lo cual la Justicia Electoral y los partidos políticos forman a esas personas. Presidentes, suplentes, fiscales de (en este caso) ambas fuerzas políticas debieran tener una cuota de complicidad de magnitudes impensadas. Me arriesgo a decir que si alguien fuera capaz de semejante operativo que además no trascendiera, debiera ser designado no solamente Presidente sino Dios. La camaradería que reina en las mesas electorales es siempre un ejemplo de convivencia democrática. Hay gente que va preparada para una guerra en la mesa y se encuentra con otras personas comunes con la misma voluntad de respetar la voluntad popular y lógicamente que la lista para la cual fiscaliza gane. Cada cual en la mesa electoral tiene su función y la cumple, porque además tiene quien lo controle. A mi me han tocado maravillosos y maravillosas fiscales de partidos enfrentados que comparten su vianda, su mate y su deseo de democracia. Porque ese día todas y todos valemos uno. Y el otro es nada más que un adversario. Me llama la atención en estos días la negativa del partido e Milei a entregar las boletas necesarias para completar los requerimientos de la Justicia Electoral (350 boletas por mesa) en varias provincias argentinas, aduciendo que “se las roban y que allí estarán los fiscales para reponerlas”. Yo me huelo que estos es una preparación a una denuncia de algo fraudulento. Si faltan boletas será SU responsabilidad. La falta de fiscales que repongan las boletas faltantes no será atribuible a la Justicia Electoral sino a la maniobra de no reponerlas en caso que faltaren. En las elecciones generales de octubre hubo alrededor de 2500 mesas con CERO votos a JxC, denunciaron. Bueno, también hubo otras tantas con CERO a LLA y CERO a UP. No es atribuible al fraude sino a la estupidez de presidentes y fiscales bobos que o bien no saben sumar o bien promovían esa irregularidad para gritar fraude. Y TODAS ellas resueltas en el escrutinio definitivo que, también, se hace frente a fiscales de las fuerzas. Con las actas contrastadas contra los telegramas. También después del 22 de octubre se llenaron las cloacas de redes con denuncias de fraudes, pero CERO denuncias frente a la justicia. Es muy fácil retwitear, es mas difícil demostrar lo inexistente. ¿Puede haber picardías? OBVIAMENTE. Siempre hay un o una imbécil que cree que robando o rompiendo boletas impide que el pueblo exprese su voluntad. Pero nunca de la magnitud como para torcer una elección como la nuestra donde no hay maquinas cuyo funcionamiento nadie conocer sino papeles que se cuentan todas las veces que haga falta. Hay robo de boletas? A mi no me tocó nunca en 40 años de estar en las mesas, pero para eso están ahí los fiscales que tienen su “piloncito” de boletas para reponer. En la historia de nuestra democracia hay tantas experiencias de oficialismos derrotados como ganadores, y NUNCA pudo denunciarse un fraude que tergiverse la voluntad popular. En octubre el peronismo ganó en La Plata por poco mas de 400 votos y perdió en Pinamar por 20 votos. Y tienen ambos todos los mecanismos para el recuento ante el poder judicial. Las experiencias de Bolsonaro y Trump denunciando violentamente fraudes dejaron heridas que nuestra democracia no merece. Ese camino de incitación a la violencia es malo, siempre. Solo alguien con ganas de poner en duda la democracia puede denunciar seriamente fraude. Vayan por otra esquina si creen que los van a chocar, pongan fiscales en todas las mesas si creen que les van a cambiar el voto, aprendan a sumar si quieren hacerlo. Y, sobre todo, bánquense la voluntad popular. En democracia se gana y se pierde.

Dejanos tu opinión

El contenido de este campo se mantiene privado y no se mostrará públicamente.
CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.