Fuera de la alegría del día de ayer de haber retomado mi programa de radio,   me quedo pensando en lo conversado con el colega Rubén Suárez de Conaicop  sobre la situación política en toda Latinoamérica. La realidad es que la democracia no existe en la mayor parte de la región, exceptuando Argentina, Venezuela y Méjico. Sea por golpes blandos o por golpes duros, se han derribado gobiernos de base popular, para imponer neoliberalismo, dependencia y militarización de la sociedad. Se mata, se tortura, se reprime y los medios hegemónicos de cada país no dicen nada, ni la ayuda de organismos internacionales se hace presente, por el contrario. Por eso va a ser fundamental la tarea de los medios alternativos y que podamos elaborar estrategias de comunicación en conjunto para saber que pasa más allá de nuestras fronteras. Tenemos que pensarnos en bloque y decir sin rodeos lo que pasa: que en América Latina se están violando sistemáticamente los derechos humanos y la libre autodeterminación de los pueblos. En Bolivia se avecinan elecciones fraudulentas y en Uruguay una ley en favor de la arbitrariedad policial, limitaciones al derecho de huelga y liberalización del salario. En Colombia matan salvajemente, en Chile reprimen de la forma más brutal.Los hermanos venezolanos luchan con toda su fuerza contra la injerencia yanki, mantenimiento contra viento y marea, los ideales de la revolución bolivariana. No podemos perder de vista que la concentración mediática ha sido clave en la debilitación democrática de la región, por ejemplo: cuántas veces nos han llegado noticias sobre el hambre y la escasez en Venezuela; pero no dicen nada sobre la represión y la privación de libertades  en el resto de los países. ¿Cuál de nuestros medios hegemónicos nos muestra como en Chile rocían con ácido a los manifestantes, o las violaciones por parte de los carabineros a las mujeres?  ¿Por qué no muestran que la "republicana"  Añez manda a matar a los opositores,  y los sangrientos crímenes en Colombia de la mano de Duque y el narcotráfico? La libertad de expresión pende de un hilo, y entonces está en los comunicadores populares llevar las voces de los pueblos. Como podemos, con lo elementos, que tenemos, a veces escasos de tiempo y de grandes tecnologías. Ayer, desde una radio vecinal como la Amada Tortuguitas, transmitimos en duplex con Uruguay y el año pasado cubrimos entrevistas con hermanos bolivianos. Esperamos seguir en ese camino y desde ya ponernos a disposición de la comunicación popular y de la difusión de la verdad de los pueblos.