Que haya memoria y verdad, aunque no haya justicia
zafra amarga

Hace 43 años solo había televisión en blanco y negro, las películas solo se estrenaban en el cine y no existían los CD. Tampoco las PC hogareñas, menos las notebooks. No existían los celulares, ni los cajeros automáticos, ni internet.

Pero existía Ledesma. Es más, Ledesma ya tenía décadas de existencia.

Hace 43 años secuestraron a Luis Arédez. Había sido intendente de Libertador General San Martín, una localidad jujeña que casi ha perdido su nombre. Todos la conocen como Ledesma.

Luis Arédez había cometido el pecado de pretender que Ledesma (la empresa), pagara impuestos. Ni más ni menos que cualquier otra persona física o jurídica de Libertador General San Martín. Imperdonable. Luis Arédez nunca más apareció.

Carlos Pedro Blaquier asumió la presidencia de Ledesma (la empresa) en 1970. El 24 de marzo de 1976, (si, exactamente el día del golpe de estado), secuestraron por primera vez a Luis Arédez. De madrugada, se lo llevaron de su casa en una camioneta de la empresa. Recién lo liberaron en marzo de 1977.

En julio de 1976, en un episodio que se conoce como la “Noche del Apagón”, luego de haber cortado la luz de todo el pueblo y otra vez con camionetas de la empresa, secuestraron a casi 400 personas, en general trabajadores del ingenio Ledesma. 36 nunca más aparecieron.

Carlos Pedro Blaquier fue procesado en 2012 por la justicia federal de Jujuy como cómplice primario en 26 casos de privación ilegítima de la libertad y por los 36 secuestros seguidos de asesinato y desaparición durante la Noche del Apagón. En 2015 quedó liberado de toda responsabilidad frente a la justicia.

En la plenitud de su poder Carlos Pedro Blaquier escribió: "...aquí la gente nace en el hospital de la compañía, vive en las casas de la compañía, va a las escuelas de la compañía, trabaja en la compañía, transita por las calles de la compañía, asiste a la iglesia de la compañía donde comulga con una hostia elaborada en la panadería de la compañía, muere en el hospital de la compañía y lo entierran en el cementerio de la compañía en un cajón fabricado en la carpintería de la compañía …" (ver investigación, pag. 120)

En enero de 2016 comenzó la persecución política, mediática y judicial contra Milagro Sala y la Tupac Amaru.

Había cometido el pecado de protestar en la plaza central de San Salvador de Jujuy. Pero en realidad, su mayor pecado fue luchar y trabajar por la dignidad de su pueblo. Casi lo logró: durante años la gente tuvo casas, escuelas, talleres y hospitales que no eran de “la compañía” (Ledesma). Imperdonable. Milagro Sala permanece presa.

Carlos Pedro Blaquier es el dueño de una de las mayores fortunas personales de la Argentina. Junto con Amalia Lacroze de Fortabat, Alfredo Coto y Héctor Magnetto es parte del exclusivo club de los Panama Papers Boys. En 2018 los Blaquier tenían declarado un patrimonio de unos 830 millones de dólares (ver nota). El Grupo Ledesma terminó el 2019 con un aumento declarado de más de 120% en sus ganancias operativas (ver nota).

En abril de 2020 se empezó a plantear la posibilidad de que las grandes fortunas del país realicen una contribución única extraordinaria del 1% de su patrimonio declarado. Se escucharon voces alarmadas, argumentadores de lo absurdo, cuasi-analistas y pseudo-estudiosos de vaya a saber que, periodistas “por hora” y hasta cacerolas.

En abril de 2020 el Blaquier que ahora está a cargo de Ledesma (la empresa) le anunció a los trabajadores de la papelera un recorte de sueldos del 30% (ver nota). Nada se escuchó. Solo el silencio.

Hace 43 años secuestraron a Luis Arédez. A él y a tantos otros les debemos, por lo menos, un poco de reflexión, un poco de memoria y un poco de verdad.

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