¡Que la inocencia sí valga y que viva el Rock!
Anita Zen en Olivos con Alberto Fernández

Esta historia comienza en Navidad y cierra el día de los santos inocentes. Como ustedes bien sabrán EL 28 de diciembre es un día dual, por un lado es el día de la matanza cruel de Herodes de miles de niños de dos años nacidos en belén, para tratar de que el mesías que habían profetizado futuro Rey de Israel., no pudiera crecer y destronarlo (todos sabemos que falla y hasta acá te cuento la parte cristiana).

La otra historia y de cómo se transforma un día de matanzas en uno donde se hacen bromas, deviene de la edad Media, en Francia, donde se comenzó a celebrar el día de los locos o la fiesta de las calendas, una fiesta pagana que se hacía posterior a la navidad donde participaban clérigos, diáconos y sacerdotes y muchos de ellos hacían bromas, chanzas y se disfrazaban. Irreverentes, también jugaban a los dados, quemaban cueros viejos y podridos en los incensarios y cometían impiedades porque clérigos, diáconos y sacerdotes creaban en burla un papa o un obispo de los locos.

El sincretismo una vez más logró que una fiesta pagana quedara pegada a un día cristiano donde no hay nada que festejar, porque creo que la historia se empecina siempre en recordarnos lo malo y si lo bueno ocurrió u ocurre que no sepamos realmente porqué sucedió. ¿o vos no te preguntas por qué un día como el de ayer todos tenemos miedo de que nos hagan una broma? ¿Alguno sabía que justamente esas bromas provienen de una celebración que poco tiene que ver con la tragedia sino con la comedia? Y menciono este detalle porque tenía un cagazo tremendo de que fuera toda una joda, y me acordé de cartelito en el teatro Bambalinas que Patricio Rey y los redonditos de ricota le dejaron a sus fans en 1982 “Show suspendido. Feliz día de los inocentes”. Cuenta la leyenda que en realidad no pudieron llegar por un accidente automovilístico, otros siguen pensando que fue una chanza de la banda, lo cierto es que ese día se celebra como el dia ricotero, el cumpleaños de Patricio Rey.

Así que ayer se juntaron varios eventos en un solo día y como yo no creo en las casualidades sino en las causalidades, y mi ansiedad característica desde Navidad hasta la fecha no podía dejarme dormir, me dejé llevar por el día de locos y por ese rock and roll ricotero que era una señal más de tantas que había tenido desde el 25 de diciembre.

Los que vieron la foto se habrán hecho miles de preguntas y quizás no pueda ni deba responderlas todas, solo decirles que un gesto se volvió acto y una promesa se cumplió ayer a las 9 de la mañana cuando mate en mano me entero que puedo ir a Olivos a ver nada más ni nada menos que al Presidente de la Nación.

Siempre me levanto temprano y ayer por haber dormido mal nos despertamos más tarde, así que cuando me avisan solo tenía una hora y media para bañarme, cambiarme, pintarme, armar un obsequio que tenía a medias, pedirme un uber, todo a la vez como un loca total.

Mientras me bañaba, mi marido, cual Gino Bogani, me iba eligiendo el vestuario adecuado y la eterna pregunta de las minas del ¿qué me pongo? ¿Te parece? Naaa, eso es una porquería.

-Te deje tres conjuntos armados, me grita marido vestuarista

Cuando salgo en toallón veo los conjuntos y de los tres me quedé con uno. Después veo los zapatos y el hdp me había elegido unos cerrados de charol
-¿pero te volviste loco, esto es para invierno? yo gritando mientras vestido a medio poner, toallón en la cabeza y pensando dónde había una tijera.
-¿Y la cinta scotch donde estaaaa? Tengo que armar un regalo en 20 minutos.
-No hay, eterna respuesta de tipo que no encuentra nada que no tenga sobre su nariz
-Sí que hay, por favor busca mientras me seco el pelo y me pinto y no me digas que no hay
-Ahh, acá encontré
-¡Pero esto es cinta marrón! ¿Te volviste loco?¡ La transparente Leonardo, por favor!
-No hay, Ana
-Tiene que haber, le decía haciendo contorsionismo entre los zapatos, el lápiz labial, la cartera, el papel de seda, la caja, el moño ¿Qué me falta?
-Acá encontré
Y me de la cinta sin punta, y no se veía la punta y me desesperé el doble, porque no la encontraba ¿o nunca les pasó?
Armo el regalo, me pinto, me peino aunque salí medio despeinada y pido un uber rogándole que me avise ni bien llegaba, todo esto calculando como siempre mi exigencia en la puntualidad y obvio calcule muy mal.
Llega el uber y voy adelante, porque vieron que a algunos los cagan a trompadas si van con pasaje atrás y le digo al tipo: “vamos a Olivos” le doy la calle de entrada y me pregunta:
-¿Vas a ver al presidente?
-Creo que sí, aunque hoy es el día de los inocentes y tengo miedo de que haya una cámara filmando en la entrada.
-No creo nena (nena me dice el tipo) va a salir todo bien
-Usted disculpe pero tengo que pintarme las uñas, vaya despacio aunque apurado (ponete de acuerdo, Anita)
-Sí, tranquila, las mujeres son todas iguales, todos los detalles, igual estas muy linda, me dice el tipo.
-¿Y usted de donde es? porque entre los nervios y la locura no me había dado cuenta de la tonada extranjera.
-De Venezuela
-Ah, qué bien
-Y tengo miedo de lo que este gobierno haga con nosotros
-¿Con quiénes? (ya pensando que tenía que ponerme una vez más a hablar de política justo en ese momento)
-Con los extranjeros, espero que no nos deporten.
-¡Pero por favor señor, por favor!¿ No los rajó Macri y usted cree que un gobierno peronista los va a echar? Pero quédese tranquilo, nadie va a echar a nadie, al contrario necesitamos más población, quizás no toda junta en esta ciudad que es un quilombo. ¿Pero usted leyó la Constitución nuestra? Leala y fíjese que el preámbulo dice “asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino”.
-Bueno, me dejas tranquilo porque realmente tenía miedo.
-Miedo es el hambre señor, miedo es ver gente durmiendo en la calle, miedo es no tener trabajo, miedo es no tener derechos, pero no tenga miedo de la libertad, porque acaba de empezar el diez de diciembre. Y le pido un favor, ustedes votan jefe de gobierno, no vuelvan a votar al pro, prométame que si yo tengo razón y a usted le va a mejor, va a convencer a sus compatriotas para que si se quedan no voten a este gobierno de la ciudad. Elijan mejor, elijan por ustedes pero tambien por nosotrxs, porque somos todos hermanos.
Y una vez más no pude evitar hablar de política y bajar línea en ese día tan alocado.
Llegamos. Mi marido me había pedido: “avísame cuando entras”. Caito estaba como loco, dejando surcos caminando de un lado para el otro en Villa María, no había podido viajar y eso nos tenía mal a los dos.
Miro el reloj, eran las 11.00 hs, media hora antes. ¡Anita vos y tu maldita puntualidad!
Le digo al tipo mientras le pago: me bajo y vaya tranquilo, me quedaré esperando acá, mirando a los de seguridad, esperando que me dejen pasar.
-Toda la suerte, te la mereces me dice el taxista y se va.
Me quedo de la vereda de enfrente, mirando a los gendarmes, una flaca con vestido rojo, haciendo tiempo, con una bolsa azul mientras veía correr en short a miles de personas que daban la vuelta a la quinta.
Le hablo a Caito, le digo estoy ya en la puerta, ni bien entro te aviso y espere 15 minutos. Dicen en Protocolo y Ceremonial que no es bueno llegar tarde pero tampoco muy temprano, así que esperé y cuando fueron 11.15 me anuncie en la garita.
-Es en la puerta verde (verde que te quiero verde, pensé)
-Pero acá no hay timbre, dije muy pajuerana porque realmente así me sentí.
-Ya te anunciamos, aguarda que te atiendan.
Abre la puerta un joven y me pregunta:
-¿Tenes una entrevista con el presidente?
-Sí, contesto, 11.30, si llegué muy temprano puedo esperar…
-No, no, decime ¿vos que haces?
-Soy escritora o artista (no sé bien que le dije ahí)
-Dame tu dni
Y me cierra la puerta
Abren la puerta otra vez y una mujer policía me pregunta:
-¿Sos de algún medio?
-No, respondo
Y me cierra la puerta
Abren la puerta por tercera vez y nuevamente me pregunta
-¿Venís de alguna organización?
-No, vengo sola
Y me cierra la puerta otra vez
Le mando audio a mi marido diciendo que estaba por entrar pero que ya me habían abierto y cerrado la puerta tres veces.
Abren la puerta por cuarta vez y otro joven me hace pasar y me pide disculpas por la demora.
-No hay problema, imagino que es parte del protocolo, digo haciéndome la canchera cuando jamás había pisado Olivos.
-Pasá por acá, me dicen y entro a hacer el check in ¡porque les juro que es igual!
-Mientras te hacemos el ingreso pasa todo por la cinta y ahora te damos una tarjeta para ingreses y te lleven en el carrito.
Paso, subo al carrito y casi como chiste porque estaba nerviosísima le digo al que maneja:
-Yo soy virgen de Olivos y jamás subí a uno de estos carritos.
El pibe se entró a reír y me hizo de guía turístico hasta llegar a la casa de Alberto.
En la puerta me atiende uno de seguridad y me hace pasar y apenas entro veo el Árbol de navidad, ese mismo que había visto en Instagram y casi me pongo a llorar ahí mismo, hasta que me interrumpe una mujer muy amable que me pregunta si quiero tomar algo
-Un café cortado, ¿puede ser? Y me dio pudor pedir
-Vas a tener que esperar un ratito, me dicen a tono de disculpa
-No hay problema, espero lo que sea necesario.

Y empecé a pensar en todo en ese momento, en los cuatro años, en Caito Onnainty, en mis compañerxs de Sinfonia, en el dolor que habíamos transitado, en la angustia, en todxs los amigxs que ya no estaban, en como resignamos nuestras vidas y las dejamos en suspenso sin descanso para militar todos los días, en lo que nos hizo Macri, en cómo nos destruyó la psiquis, en cómo nos robó la alegría, la felicidad, las ganas de vivir. Me sentí feliz y por otro lado sentí que ahí no estaba sola, que estaban todos acompañándome en ese sofá mientras escuchaba ladrar a los perros de fondo.

Mientras tomaba el café me seguía preguntando ¿es verdad esto? No quiero despertar de este sueño si no es real y entonces pensé en ese día de noviembre del 2015 donde me había jurado que no descansaría hasta ver sentado en el sillón de Rivadavia a quien realmente nos representara.

Y casi lloro, pero después pensé que se me iba a correr la pintura y entonces lo vi aparecer a Alberto, nos dimos un abrazo y mientras los perros daban vueltas alrededor del sillón, puedo decir que pude cerrar una etapa de lucha con el honor más alto que un ciudadano común puede tener y a la vez tener la tranquilidad de que lo dejé todo en la cancha para que él y cristina hoy estén nuevamente en el gobierno.

No me quedó ninguna duda de que Alberto pondrá a la Argentina de pie porque en los pequeños detalles se ven las grandes acciones.

Ayer fue uno de los días más importantes de mi vida y el día más importante de cuatro años de militancia. Ahora inicia una nueva etapa de lucha con todxs. Sigo siendo yo, no cambié, estos regalos te vuelven más fuerte y te dan una responsabilidad inmensa: seguir siendo quien sos, y avanzar todavía con más fuerza en la trinchera de la que nunca me iré, por mí, por vos, por nuestrxs hijxs, porque nunca más nos dividan, porque entendamos que solo entre todxs podemos cambiar el curso de la historia y para que ese futuro de pibes se convenzan solos de que NEOLIBERALISMO NUNCA MAS.

A trabajar compañerxs, que arranca el año de la fiesta, esa fiesta ricotera de locos que tuve ayer, pero la fiesta a la que al fin si vas a estar invitado a participar: la fiesta de la dignidad, de la inclusión, de la justicia social, donde haya equidad, soberanía y hermandad.

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