"Querer y no poder"
Maca

En esta columna hay más preguntas que certezas, que tienen que ver con la razón de ser de la política, entendida como herramienta de transformación social. Cuando votamos por un determinado gobierno lo hacemos con la firme idea de que cumplirá con cierto programa, que favorecerá a ciertos sectores, que básicamente arbitrará los medios para mejorar la vida de las mayorías. De diciembre de 2019 hasta acá, y más allá de lo discursivo, la calidad de vida de los argentinos ha venido en picada. Sin dejar de lado las consecuencias nefastas de la pandemia, las grandes transformaciones en lo económico y en lo social brillaron por su ausencia. Y ahí aparece esta idea de un gobierno que "quiere pero no puede"; limitado por los poderes facticos, dícese: poder judicial, medios de comunicación concentrados, campo, grupos económicos. Recordando a la propia CFK quien en una entrevista aseguró que siendo presidenta su poder político representaba un  25% del poder real. De alguna manera nos van acostumbrando a aceptar que los gobiernos pasan a ser meros administradores, que deben moverse pidiendo permiso, que en verdad los que mandan son los poderes fácticos y por ende cuando votamos en realidad no elegimos nada. Solo así se entienden estas marchas y contra marchas de un gobierno que un día anuncia que va a poner cupos y retenciones al campo y al otro día concilia; que va a expropiar Vicentin y luego se echa para atrás; que va a barrer con los sótanos de la democracia y avanzar en la reforma judicial y todo queda en el aire. No solo eso sino que afirma que los presos políticos en realidad no son presos políticos y ahí estamos igual que cuando llegamos de España. Reuniones van, reuniones vienen, ministros que ganan debates en televisión, pero a la hora de los hechos la pobreza supera el 40% y son cada vez más las familias que caen bajo la línea de la pobreza. Lawfare al palo, funcionarios que no funcionan, se reniega del macrismo, del endeudamiento feroz, de la destrucción sistemática del estado, de la tierra arrasada que dejaron...pero la realidad es que ningún funcionario responsable de ese desastre está siendo investigado. Por el contrario, se arman políticamente para las próximas elecciones y se relamen ante el eventual fracaso de este proyecto. Pareciera que todo está dado para que nada cambie en lo estructural, para que sigamos en el camino de la administración de la miseria, que nos sigamos conformando en ser una nación dependiente y cada vez más injusta. Querer y no poder en política debe ser un pensamiento inadmisible, porque justamente la política es Praxis, es acción. Y en la acción está el elegir, el poner en un lado, en sacar del otro, ganar apoyo y también antipatías. Este pragmatismo realmente exaspera, me pregunto si realmente de todas las reuniones de la semana y de los aplausos al ministro saldrá algo positivo para la gente. Porque acá ya abunda el cartoneo, los merenderos, los que te piden si sabes de alguna changuita o tenés algo que te sobre para comer o ropita para los chicos. Si no se puede hacer nada empecemos nosotros a crear desde abajo, no les demos el gusto de resignarnos a que la política ya no es más aquella herramienta transformadora. Vuelvo a insistir pero las panzas no se llenan de discursos ni de debates ganados. El poder se ejerce, no se declama, en política se hace y se elige. Siempre se elige.

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