SOBRE LOS “SUBSIDIOS” A LAS OBRAS SOCIALES
salud

La difusión de la quita de supuestos subsidios a las obras sociales sindicales que dispuso el gobierno del Presidente Conan ocupa a medios, panelistas y diversos expositores del universo de “hablemos sin saber”. La mayoría de los opinadores sin información sostienen que el Estado Nacional “subsidia” a las OS que es bueno recordarlo brindan prestaciones de salud a la inmensa mayoría de las y los trabajadores asalariados y monotributistas. Para desasnar, he aquí una breve síntesis del funcionamiento del sistema: A cada trabajador se le descuenta de su sueldo bruto el 3% para la obra social del sistema al que pertenece. El empleador aporta un 6%. Salario diferido se llama. El 15% de ese total (el 20% si se trata de obras sociales de personal jerárquico) ingresa a un FONDO SOLIDARIO DE REDISTRIBUCION (FOSORE) que administra la Superintendencia de Servicios de Salud. Aquí en este cuadrito se expone esta cuenta. Tomé el salario promedio de los trabajadores registrados.

SALARIO BRUTO $ 400000

APORTE Obra social 3% $ 12000

CONTRIBUCION O.S. 6% $ 24000

TOTAL TRABAJADOR $ 36000

15% AL FOSORE  $ 5400

NETO A LA O.S. $ 30600

Es decir que la obra social recauda, en promedio $ 30600 para cubrir el programa médico obligatorio por grupo familiar. (en una familia “tipo”, corresponden aproximadamente $ 7650 por persona). Es llamativo que la sociedad mediatica caratule de “los chorros” a los que sostienen el sistema de salud con $ 7650.- por persona y de “empresarios exitosos y eficientes” y “héroes de la salud” a los que cobran $ 40.000 (como barato) por persona… Más llamativo es que muchísima gente lo crea. ¿Cuál es el sentido de ese fondo? Se trata de un fondo cuyo objetivo principal es el reintegro de dinero a las obras sociales por tratamientos complejos y costosos (patologías de largo tratamiento como diabetes, HIV, y todos los etc, intervenciones de alta o altísima complejidad, atención de personas con discapacidad, etc.) a través del Sistema Único de Reembolsos (SUR). Además, ese fondo se encarga de subsidiar a las obras sociales más pobres para que puedan cumplir con el Programa Médico Obligatorio (PMO) que establece el Ministerio de Salud de la Nación. El Fondo, que también atiende los gastos administrativos de la Superintendencia, subsidia a beneficiarios cuyos aportes no llegan al mínimo necesario a través del Subsidio Automático Nominativo de Obras Sociales (SANO) La obra social paga la prestación y luego, mediante la auditoria de un expediente donde consta la historia clínica del paciente, las facturas pagadas, etc, el FOSORE se lo devuelve. O debiera hacerlo. Este sistema viene funcionando con vaivenes. Todos los gobiernos “usaron” el FOSORE como apriete a las obras sociales y por lo tanto a las organizaciones propietarias de ellas: los malvados sindicatos.. Por ejemplo: cuando Cristina Fernandez de Kirchner terminó EN 2015 su mandato, ese fondo tenia retenidos $38.000 millones. Adivinen que hizo Macri. Acertaron. Devolvió 5000 millones a las obras sociales y mandó a rentas generales (ponele) los restantes 33000. O sea, le afanó 33000 millones que eran para pagar tratamientos médicos de trabajadores afiliados a Obras Sociales. Si no es odio de clase es muy parecido. El presupuesto nacional de 2023 incluía (atención) 380.000 millones en el FOSORE. Plata que entraba por un lado y debiera salir por el otro. Que NO SON, como se ha explicado, SUBSIDIOS, sino la administración de recursos DE LAS OBRAS SOCIALES, PARA las OBRAS SOCIALES. Como el Presidente con el apoyo de sus payasos mediáticos esconde esa situación, la “dibujan” detrás del concepto siempre bienvenido por la tilinguería de “le quitamos subsidios estatales a los sindicatos”. Siempre hay gente dispuesta a creer las mentiras que le encantaría que fueran verdad. ¿Tiene problemas el sistema de salud de obras sociales? ¡Sin dudas! ¡¡¡MUCHOS!!! Ninguno se resuelve desfinanciándolas. En principio dijeron que iban a incorporar a las empresas de medicina prepaga al FOSORE, sin aclarar si iban a aportar al fondo, luego mutaron por lo que más les gusta: destruir las obras sociales para que los afiliados queden a merced de la rapiña del “mercado”. Ya había comenzado con la libre opción de Menem, (cuando varias obras sociales le “prestaron” el nombre a las prepagas para que se cuelen en el sistema). Luego profundizaron durante sucesivos gobiernos con la ampliación indefinida del Programa Medico Obligatorio sin financiamiento, la obligatoriedad de incorporación de los monotributistas que aportan en promedio menos de la mitad que un trabajador registrado, etc. ¿A qué prepaga irían los trabajadores con su miserable aporte de $30000 por familia? Misterio del “mercado”. Alguna idea se les va a ocurrir: el hospital público desfinanciado, por ejemplo. Este modelo, único en el mundo, ha subsistido a muchos gobiernos desde su base ideológica: la solidaridad. Los sanos financian a los enfermos, los de salarios más altos a los de salarios más bajos, los jóvenes a los viejos. El desfinanciamiento del sistema de salud es evidente e inquietante. Con salarios cada vez más destruidos por decisión política/económica, el sistema de salud de las Obras Sociales se verá también desfinanciado por la baja de las recaudaciones en términos reales. Sumado a la “liberación” de precios de medicamentos y servicios médicos, el panorama es aún más desalentador. Miles de trabajadores mutan de las prepagas cuyos precios abusivos no pueden pagar a las obras sociales desfinanciadas. La tormenta perfecta. Tormenta perfecta aplaudida una vez más por quienes creen defender “sus” principios mientras los dueños del mercado pisotean sus intereses.

Dejanos tu opinión

El contenido de este campo se mantiene privado y no se mostrará públicamente.
CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.