Cuando algunos/as advertimos que desde algunas usinas de pensamiento, generalmente extranjeras, se está gestando un fascismo que nada tiene que ver con el feminismo sino con nuevas formas de dominación que tienen como objetivo político, desestructurar la sociedad y quitarle personalidad a los individuos para evitar resistencias a las políticas antihumanas, nos dicen que exageramos.

Entonces vemos que un grupo de supuestas feministas atacan la maternidad, algo inherente a las mujeres, y una trata de ser generosa y comprender la mirada aunque cueste...

Después las vemos transformar el derecho a decidir sobre el cuerpo, en casi una consigna sacra: el derecho al aborto ya no es sólo un derecho, sino que se fomenta como una obligación sobre todo si sos pobre.
Y uno de los que fomenta eso, es Bernie Sanders, según dijo en una entrevista de la CNN.
Pero ojo: con las mujeres pobres del Tercer mundo. No con las de su país.

Entonces, pasamos de nivel: ya no interesa combatir las desigualdades económicas, madre de todas las injusticias, sino de evitar que los más pobres se reproduzcan. Aclaro: estoy a favor del derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Pero de ninguna manera a la imposición eugenésica para clases sociales o etnias.
(En India, hay zonas muy pobres, donde las mujeres han sido llevadas a tal extremo de sometimiento capitalista, que si faltaran un día al duro trabajo de campo, deben pagarle al patrón. Entonces, la moda es extirparles el útero, para que no tengan embarazos o dolores menstruales que le impidan trabajar.)

En los últimos 3 años en nuestro país, vimos como se fue generando una ola anti hombres, y pasamos de hacer marchas reclamando por la violencia machista, a los escraches en redes sociales, ya no por violencia, sino por intentos de conquistas. Chicas que "escrachan" a un jovencito que las invitó a salir.
En el medio, todas sus variantes; la acusación falsa , la inducción al suicidio y cosas aberrantes que parecieran estar disculpadas porque sus autoras son mujeres.

En un video, vimos esta semana cómo el discurso permea: una mujer patea un perro en el tren, un hombre le recrimina. La mujer le grita, llega un policía que empieza a apartar al hombre, y la mujer usa como insulto "violador". Es decir, usa una tipificación penal, lo acusa de un delito, como insulto contra un hombre. El policía bajó al hombre del tren, mientras la mujer pateadora de perros vituperada por otros pasajeros, siguió viaje.

Las usinas de pensamiento, no descansan. Buscan y fomentan el fracking social porque hacen de eso un negocio.

Mantener separaos a hombres y mujeres; fomentar la esterilización desde los 20 años; el aborto en cualquier etapa gestacional; eliminar la lactancia materna que construye vínculos afectivos además de ser imprescindible para traspasar anticuerpos en el mamífero humano; son algunas de las consignas que se van filtrando cuya finalidad parece ser reducir a la población humana del planeta.

Millones de dólares son destinados a hablar de las mujeres. En vendernos cosas, libros y artefactos para la seguridad.

Ahora pasaron a otra etapa: empieza la agenda de la eutanasia (como bien dijo Lagarde, en nombre del FMI: los ancianos viven demasiado)

En España, el tema de la eutanasia ya se instaló desde hace varios años y hay una fuerte discusión sobre este tema desde hace 2 , resolvieron por ahora, que tenés derecho a negarte a recibir tratamiento pero aún no está aprobada la inyección letal para terminar con una vida, tema que se sigue discutiendo.

Antes de que un tema sea legalizado, empiezan con otro. Sin pausa. (Igual que acá)

Comenzaron a calificar desde ámbitos gubernamentales a la heterosexualidad como “un régimen regulador de la sexualidad que tiene como finalidad contribuir a distribuir el poder de manera desigual entre mujeres y hombres construyendo así una categoría de opresores, los hombres, y una de oprimidas, las mujeres”.

Y no es pavada. La que lo dice es nada menos que la flamante directora del Instituto de la Mujer en España: Beatriz Gimeno.