En la historia parlamentaria argentina deberíamos recordar el día 30 de marzo como un “jueves negro”, pues aquellos que se llaman a sí “republicanos” hicieron gala de una lógica autoritaria: en el Senado de la Nación se retiraron los integrantes de los bloques de Juntos por el Cambio y Unidad Federal impidiendo el tratamiento de proyectos de ley que, en muchos casos, venían con una votación unánime en la Cámara de Diputados.
Aclaremos. No se trata que debieron aprobarlos, sino que la Constitución Nacional y el juramento que hicieron cuando asumieron su cargo, los obliga a dialogar, discutir y luego aceptar el resultado de la votación, pero no trabajaron… son vagos, eso sí, a fin de mes se llevan un buen paquete que les pagamos nosotros, el pueblo.
El temario de la sesión del Senado incluía los proyectos de la Ley Lucio de protección de abusos y violencia a las infancias, el que determina Alcohol Cero al volante, otro que dispone el Certificado Único de Discapacidad, el que contiene la protección a aquellos que poseen cardiopatías congénitas y aquel que elimina el trámite bancario de fe de vida para los jubilados y pensionados, finalmente, el Fortalecimiento de la Justicia Federal y Provincial de la provincia de Santa Fe en la lucha contra el narcotráfico. Podríamos calificar a estos temas como partes del “bien común”… claro, para eso hay que tener un mínimo de sensibilidad.
¿Qué pasó por la cabeza de los miembros de los bloques de JxC y Unidad Federal? Ahí apareció la chatura y la miserabilidad con que pretenderán querer gobernarnos si ganan las elecciones en octubre. Tal como decía Jorge Manrique, les decimos a nuestros conciudadanos: “avive el seso y despierte” que de esto se trata la “transformación que no para”. Frente a temas donde no puede haber grieta (de hecho, no la hubo en diputados) sin embargo, esgrimieron un artilugio reglamentario para oponerse al tratamiento y luego resolvieron irse… ¡Se borraron! Porque lo importante para ellos es obstaculizar toda acción positiva del gobierno. No quieren que las instituciones funcionen.
El día lo completó lo sucedido en la Legislatura de la C.A.B.A., donde impidió el bloque de JxC la creación de un espacio público en costa Salguero y punta Carrasco, permitiendo en su lugar un negocio inmobiliario especulativo. Lo que hace a esta actitud aun peor, es que el proyecto era producto de una iniciativa popular y no de un legislador o bancada, sino que era acompañada de 53.000 firmas de ciudadanos que expresaba esa voluntad, pero business are business.
Todo ello obedece a eso que denominamos la lógica autoritaria, que es capaz de concebir el asesinato de la vicepresidenta, que instala la “grieta” en temas del bien común y que busca naturalizar una democracia donde las instituciones no funcionan y se proscribe a Cristina Fernández de Kirchner.
Dejanos tu opinión