¿Y SI DOLARIZAMOS?

Hace unos días, se reunieron en San Carlos de Bariloche, en el hotel Llao-Llao, lo más rancio del «círculo rojo», o sea el grupo de los 150 empresarios que concentran la mayor riqueza de Argentina. Allí, tanto el macrismo, en todas sus variantes, y Javier Milei prometieron dolor, ajuste y dolarización.

Nos preguntamos, con esa propuesta ¿qué resuelven?

LA CLASE MEDIA Y LA MAGIA

Cuando hablamos de clase media no la concebimos en función de sus ingresos sino de la cultura que porta. Ella, hoy, se siente frustrada y sin certezas sobre su futuro, porque creyó en Macri y la fundió y luego creyó en Fernández y no resolvió el problema. Explotando esa situación se monta la oposición en sus variantes macrimilenias y le proponen como solución final, la dolarización, con lo cual, como el flautista de Hamelín establecen un encantamiento que permite conducirlos.

Mañosamente se habla de la dolarización en términos de la «convertibilidad» donde, también mágicamente se decidió que 1 peso era igual a 1 dólar y se generó el flagelo de la economía bi-monetaria, pero esa no es la propuesta actual.

Un primer resquebrajamiento del encanto es ver quiénes han realizado esta operación: Ecuador, El Salvador, las islas Marshall, Micronesia, Palaos, Puerto Rico, Timor Oriental y una serie de islas caribeñas bajo jurisdicción colonial de Países Bajos y Gran Bretaña. El simple listado hace innecesario comentar del cinismo de quienes hablan de jugar en primera, pero proponen el descenso.

LA TRAMPA

El proceso de dolarización implica una serie de cuestiones políticas: en primer lugar, la renuncia a establecer una política monetaria soberana y ello no es una cuestión de debate ideológico, sino que, por ejemplo, pudo asistirse durante la pandemia a los trabajadores impedidos de realizar su labor mediante la Asignación Compensatoria del Salario o a través de los REPRO. Esto es lo que permite tener moneda propia. En segundo lugar, el canje de los pesos que desaparecerían por los dólares, tal como dijimos, no sería 1x1, ni siquiera al valor del dólar ilegal, sino que habría que determinar la relación entre los pesos circulantes y los dólares que se poseen como reservas, ello presenta dos alternativas: volver a endeudar al pueblo argentino en 43.000 millones de dólares para efectuar el proceso de dolarización total o, usando solo las reservas actuales, el valor de cambio sería de 1 dólar por 9.944 pesos (Ámbito Financiero, 18.04.2023)… y dijeron la verdad, esto ¡dinamita todo! Esto significa que una familia de clase media cuyos ingresos son 300.000 pesos pasaría a cobrar 30,17 dólares (Infobae, 17.04.2023). Y, para peor de males, los precios de la comida como los servicios están dolarizados, por lo tanto, de esos 30 dólares ¿se podrá destinar 14,50 para pagar el cable e Internet? No. También lo dijeron: será con sufrimiento.

En esos sectores de clase media puede haber algunos que producto de ese sentimiento de frustración supongan ingenuamente, que esto sería una solución al problema inflacionario. Los empresarios saben que esto es inviable y aun, cuando algunos sectores tendrían ganancias formidables, saben que habría un estallido social producto de haber «dinamitado» los ingresos.

¿PARA QUÉ PLANTEAR ESTO, ENTONCES?

Milei enuncia este verdadero disparate y al ver que crecía en las encuestas lo sigue publicitando, ese es su «negocio»; los empresarios, por su parte, lo utilizan como herramienta que les permite intervenir corriendo por derecha en la interna de Juntos por el Cambio logrando endurecer la respuesta que Patricia Bullrich, que propone ajuste, precarización y represión a la protesta social. Ello permite dedicarle en los medios de comunicación como en las redes sociales mucho tiempo a hablar de JxC y ocultar que el verdadero problema que genera la inflación es la puja distributiva entre quienes se benefician hoy con las exportaciones de commodities y los trabajadores.

Esto tiene como complemento de los agoreros que fogonean el odio y las corridas cambiarias e incluso publicar mentiras como la de Clarín: Se enfría el acto K del 25 de mayo por falta de definición de Cristina (19.04.2023)… porque eso sí, de Cristina no se olvidan.

Este cúmulo de mentiras y manipulaciones que se vierten sobre la población buscan crear un clima de incertidumbre que socave las posibilidades de triunfo del Frente de Todos. Desde un punto de vista político es absolutamente anti-democrático, tanto como la proscripción de CFK.