Ya desde el Observatorio de la Deuda Social de la UCA, habían advertido el aumento de la pobreza y la indigencia, ya que según sus datos, la pobreza alcanzó al 31,3%  de la población urbana. El salto de 4,5 puntos en el año se explica como consecuencia de la corrida cambiaria y el ajuste. De acuerdo con la UCA, hay 12.700.000 pobres, lo que representa más de 1.900.000 nuevos pobres en doce meses.  

En consonancia con estos datos, según el propio Indec, el primer semestre de 2018, en los primeros 6 meses del año pasado el 27,3% de pobreza y el 4,9% en la indigencia. De hecho, el mismo Indec, admite, que durante el segundo semestre, trepó al 32%. 

En comparación con 2017, en el país había casi diez millones y medio de pobres (10,4 millones) y 1,9 millones de indigentes. Si se incorporaban los sectores rurales, la pobreza trepaba a 13,3 millones de personas. En ese momento la pobreza había registrado una baja de 2,9 puntos, al retroceder del 28,6%, hasta el 25,7%. En 2018, fue del 32%.

La respuesta del gobierno neoliberal, ¿Cuál vendría siendo?, además de mantener las tasas a niveles exorbitantes, siguen sin poder detener la inflación, y siguen sin ponerle freno a la suba del dólar: la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, suspendió la reunión que iba a realizarse con los movimientos populares para responder su reclamo de alimentos y programas. El gobierno les plantearon que no tienen fondos para ampliar el gasto social.

Seguramente el presidente neoliberal saldrá con frasecitas hechas, al estilo "la gente tiene que aguantar", y demás. El tema es: "¿Hasta cuándo?".