Todo comenzó cuando el ministro de Defensa, Oscar Aguad, salió a justificar la presencia de Aldo Rico, ex carapintada, en el acto por el día de la independencia, puntualmente cuando encabezó uno de los grupos de ex combatientes ubicado detrás de la bandera "Malvinas. Volveremos" y para justificar dicha presencia, el Ministro no tuvo mejor idea que decir: "Lo de los carapintadas es cosa vieja. Fue un acontecimiento chiquito, que yo no creo que haya puesto en jaque a la democracia", además de otras frases del tenor de: "Aldo Rico no existe en esta parte de la historia. Le está dando importancia".

La respuesta de los Organismos de Derechos Humanos, no se hizo esperar: 

Desde Abuelas de Plaza de Mayo, tuitearon: "Año 1987. Aldo Rico lidera el alzamiento carapintada en #CampoDeMayo . Reivindica el terrorismo de Estado y amenaza con un golpe. Mientras organismos, partidos y sindicatos marchan por la democracia, Alfonsín cede a las presiones. Un mes más tarde se aprobaría la Obediencia Debida".

Mientras que por su parte, desde la agrupación HIJOS se recordó que Rico "fue uno de los responsables del levantamiento carapintada" y agregó que el ex carapintada, se solidarizó con el genocida Ernesto Barreiro. En 2016 Barreiro fue condenado a perpetua en Córdoba. El fallo está firme. La semana pasada le dieron el beneficio de la domiciliaria".

Barreiro, además de su paso por La Perla, conocido también como "la Universidad", fue el principal centro clandestino de detención de Córdoba, durante la dictadura, también participó del alzamiento carapintada en la Semana Santa de 1987, motivo puntual, por el cual se le dio de baja del Ejército.

También, dirigentes radicales, como el senador Julio Cobos, los ex ministros del gabinete de Alfonsín, Juan Manuel Casella y Horacio Jaunarena, y Ricardo Alfonsín, hijo del ex presidente, mostraron su preocupación y repudio hacia los dichos del funcionario Aguad.