No caben dudas que el cáncer, hace estragos en la salud de cualquier ser humano. Pero más aún lo hace la persecución judicial vía Comodoro Py, el gobierno de la Alianza oligárquica Cambiemos y el acoso mediático. Ése fue el caso del ex Canciller, Héctor Timerman, quién falleció, esta madrugada, 30 de diciembre de 2018.

No debemos olvidar que hasta el gobierno estadounidense le quitó la visa cuando el tiempo apremiaba para que continuara el tratamiento experimental contra el cáncer que había iniciado en ese país. Fue por un Memorándum  votado por las dos Cámaras del Congreso, que tanto la Alianza Cambiemos, como el fiscal Alberto Nisman empezaron por acusarlo a él y a la ex presidenta Cristina Kirchner por encubrimiento, dado que, según decían, el tratado favorecía a los sospechosos iraníes, aunque en realidad implicaba destrabar la causa AMIA, paralizada desde hace casi 25 años. Ni que hablar que fue el verdadero artífice, junto a Axel Kicillof, de la resolución de la ONU sobre la restructuración de deuda soberana, en el marco de nuestra defensa de los intereses nacionales contra la depredación de los fondos buitres. 

Las instituciones de la comunidad judía, AMIA y DAIA, tampoco colaboraron, fogoneando una acusación contra Timerman por traición a la patria, delito que no se aplicaba en la Argentina desde 1955, cuando se acusó por traición a la patria a Perón. 

La defensa a Timerman, llegó del lado menos esperado, cuando el secretario general de Interpol, el norteamericano Ronaldo Noble, dijo públicamente: "la acusación contra Timerman es falsa". Finalmente, La Cámara Federal terminó revocándole la imputación por traición a la patria.

Según Cristina Kirchner: la figura del diplomático será “recordada y reconocida por la historia por su dignidad y su incansable lucha por la defensa de los intereses nacionales”.

En épocas de la vuelta al Fondo Monetario, y endeudamientos astronómicos y en tiempo record, y los cipayos disfrazados de diplomáticos que reconocen a las autoridades inglesas en nuestras Malvinas Argentinas, los Héctor Timerman y su dignidad son necesarios para la lucha. Sigamos en su lucha.