La Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP), informó que los subsidios económicos, principalmente destinados a las áreas de Energía y Transporte, sumaron 69.678 millones de pesos en el primer cuatrimestre, 78,9% más que lo devengado el mismo período de 2018.
Como consecuencia del "efecto de la devaluación del peso sobre las tarifas y del incremento del precio del gas importado, las subvenciones energéticas en particular tuvieron en los primeros cuatro meses del 2019, una variación interanual de 36.879 millones de pesos (270% de suba). Los mayores subsidios en el sector se debieron por el incremento en las transferencias a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), a Yacyretá y a la empresa Integración Energética Argentina S.A. (Ieasa, ex Enarsa).
En marzo, la secretaría de Energía, había informado que los usuarios residenciales abonarían una suba de 10% en abril, otra de 9,1% en mayo y una de 7,5% en junio, que en términos acumulados implicaban un 29%.
El aumento de 10% en abril y el de 9,1 % en mayo redondeaban un incremento acumulado de 20%, pero a partir de junio, cuando debe comenzar a regir la suba plena de 29%, sin embargo se aplicará el descuento de 22%. Entonces, ¿Porqué un gobierno que se destaca por brutales tarifazos a los ciudadanos y pymes hace justo ahora un descuento?
El porcentaje no es casual. El descuento de 22%, figurará en las facturas como “diferimiento invernal”. Aunque el verdadero aumento del 29 % se efectivizará recién a partir de octubre, la cual llegará con las facturas de noviembre, justo después de las elecciones.
En cuánto al área del transporte, los subsidios disminuyeron en 6.749 millones de pesos (-29,1 por ciento interanual), por el efecto combinado de mayores partidas para Transporte Ferroviario (1.555 millones) y menores para el Transporte Automotor (-8.296 millones). Cabe recordar que el Consenso Fiscal II entre Nación y provincias acordó el año pasado reducir en 0,3% del PBI adicionales los subsidios en energía, a partir de una mayor cobertura de la tarifa sobre el costo del servicio.
O sea, los usuarios afrontan el tarifazo de manera gradual, pero las empresas están percibiendo los nuevos precios desde el 1 de abril. Por lo tanto, es el Tesoro (nuestros impuestos) el que se hace cargo de esa diferencia desembolsando 2000 millones de pesos en subsidios. El Estado Nacional afronta también el costo que supone el financiamiento que las empresas le otorgan a los hogares al diferir una parte de la tarifa del invierno para los meses de verano, lo que implica un desembolso de otros 2500 millones de pesos por parte del Tesoro. En total, el Tesoro pondrá 4500 millones de pesos para que la tarifa se mantenga prácticamente sin cambios durante la campaña electoral.
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