Según un informe del Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET) que depende de la UMET, entre noviembre de 2015 y diciembre de 2018, se produce la más feroz pérdida del poder real para los trabajadores, ya que el salario real cayó un 17,3%, la caída más fuerte desde el desastre de 2001. El aumento de precios es aún mayor que en 2002, post crisis del 2001.

La inflación de diciembre se ubicó en el 3,1% y cerró el año con el 47,8%, lo cuál la transforma en la más alta desde 1991.