Domingo por la mañana, mientras tomo unos mates y arranco con mi trabajo de post producción  pienso en lo siguiente...

Las elecciones se nos vienen encima y nos preocupa el no saber quien va ir en la boleta...si se presenta Cristina a pesar del intento de proscripción y la persecución judicial, si es Axel, si es Wado...o si otra vez necesitamos un gobierno de coalición con una figura más o menos moderada como en el 2019 con el desenlace que ya conocemos.
Roberto Navarro dijo en la semana que podría ser el mismo Sergio Massa, ungido por Cristina. 
Ya sabemos quien en Sergio Massa,  a que sectores representa y a quienes viene favoreciendo con sus políticas económicas. Mediante los cables de Wikiliks se conoció que trabaja para el embajada, por ende representa los intereses de la patria financiera,  el atlantismo, el modelo agroexpoetador y extractivista, que NUNCA HA SIDO BENEFICIOSO para el pueblo.
Ahora bien, sabiendo que es el candidato predilecto del establishment que no se coincide en nada con las banderas del peronismo: soberanía política,  independencia económica y justicia social, yo me pregunto y Les pregunto a las bases militantes ¿qué  pensamos hacer? ¿Vamos a militar la entrega de nuestras banderas? ¿Vamos a permitir nuestra destrucción por dentro? Porque argumentos va a haber muchos: "solos no podemos, es lo que hay que hacer, es el mal menor". Yo particularmente estoy cansada de militar el mal menor. Y estoy cansada de militar el que "no vuelva la derecha " mientras tenemos a la derecha adentro...¿o me van a decir que vaciar los fondos de los jubilados es una medida progresista? Los mismos sectores de siempre la están levantado con pala mientras que el pueblo no puede comer carne ni una vez por mes. Récord de exportaciones con un 40% de pobres....al contrario de lo que nos enseñó Néstor,  los números están cerrando pero con la gente afuera.
Entonces está en nosotros seguir tragando sapos o decir esto no....esto no lo podemos permitir. Incluso decirle a Cristina: acá te estás equivocando (fue ella misma la que nos dijo que cada uno de nosotros lleva un dirigente adentro y tenemos un baston de mariscal). Los que están cómodos en sus sillones, con sus cargos, esos que son burócratas y no ya compañeros van a tener un millón de excusas para justificar la entrega ¿Pero nosotros?

Miren que el mundo está cambiando,  que la hegemonía ya no es atlantista sino Multipolar y nuestra clase política tiene que comprender esta coyuntura para saber donde ubicarnos...estamos ante una oportunidad única de hacernos valer como nación soberana o seguir el camino del patrio trasero,  un prostíbulo de los EEUU.  Yo no quiero militar la entrega de los recursos, la sumisión al FMI, no quiero rifar el futuro de mis hijos, de mis nietos y de las generaciones por venir. Son tiempos claves compañeros,  nos estamos jugando mucho más que una elección sino el futuro de los próximos 70, 80 años.

Cristina Fernández hablaba en el encuentro en el CCK sobre el cambio de modelo de acumulación ocurrido luego de la dictadura de 1976. Dijo que ella era el fruto del país en donde la hija de un colectivero se recibió  de abogada y llegó a presidenta de la Nación. Y justamente ese es país que estamos perdiendo y el país que vino a destruir la nefasta dictadura.
Tenemos que ofrecer a los jóvenes un futuro, dignidad a nuestros trabajadores, reconstruir todo lo que fue destruido. Tenemos que salir a militar algo más que resignación. Porque nunca es el momento ideal, pero siempre se puede.
Y si hay algo peor que perder una elección es perder nuestra identidad.