¡QUE PUEBLO DE MIERDA
milei

Escuché esta frase varias veces en estos días.

Asistimos a una campaña electoral donde la pelea de la derecha democrática y la ultraderecha irracional se peleaban a ver quien proponía más ajuste, más supresión de derechos, más sumisión, más entrega. Es decir, quién era más antiperonista. Cada uno le hablaba a sus seguidores “duros” sin intentar conquistar la voluntad de otros. Con resultados a la vista.

Creo que hay una clave de incomprensión de los procesos políticos en general y de los argentinos en particular. Y la base es el desprecio al pueblo que quieren gobernar.

Algún dirigente de la oposición deberá explicar(se) porqué, por ejemplo, Diego Valenzuela fue reelecto en Tres de Febrero y Mayra Mendoza también lo fue en Quilmes. Dos dirigentes del territorio del denostado conurbano; uno del PRO, la otra de la Cámpora. ¿Es un pueblo de mierda el de Quilmes y no lo es el de Tres de Febrero?. ¿Son negros de mierda los de San Francisco Solano y no lo son los de Villa Bosch? (para los que hablan del Conurbano sin saber ni dónde es, me refiero a dos localidades de Quilmes y Tres de Febrero).

¿Es un pueblo de mierda el de Gral. Alvarado que reeligió a un intendente del Frente Renovador y es un pueblo sabio el de Mar del Plata que reeligió a uno del PRO?

¿Es un pueblo de mierda el bonaerense que reelige a Kicilloff y es un pueblo sabio el santafesino que saca a patadas en el culo a un pésimo gobernador peronista y pone a otro radical?

Mientras sigan despreciando a la gente de carne y hueso les va a seguir yendo mal.

Quienes militamos en el peronismo nos hacemos cargo de que este gobierno ha sido espantoso desde muchísimos puntos de vista.  Por distintas razones que otros: por tibio, por no saber alinear las fuerzas internas, por obrar con inocencias de amateurs, por creer que se puede “dialogar” de igual a igual con los poderes fácticos, con los formadores de precios, con los que se la llevan toda. Quizás también el pueblo tenga presente que los de Macri y Vidal también fueron espantosos, pero corrieron y corren con la desventaja de no tener a un Sergio Massa que se haga cargo a tiempo. O no tener un Axel Kiciloff que, contra viento y marea, con tooodo el aparato publicitario en contra, gobernó para todos los bonaerenses que lo premiaron.

Seducir las voluntades de los votantes requiere, de arranque, no tratarlos maltratarlos y escucharlos, comprenderlos, proponerles, arroparlos, ganar su corazón. No se hace insultándolos ni menospreciándolos. ¿Quién vota a quien le dice que es una mierda? ¿Quién puede pensar que es gratis putear al Papa, despreciar Malvinas, reivindicar el genocidio, olvidar el valor de la escuela pública y la salud pública?

Creo que se equivocó en la lectura Patricia Bullrich y creyó que decir “terminar con el kirchnerismo de una vez y para siempre” era suficiente, y que convocar a un economista que jamás en la vida embocó ni de cerca un pronóstico ni propuso nada concreto, como la inmensa mayoría de los teleeconomistas era una salida a la profunda crisis económica que vivimos.

Ahora vemos con ¿asombro? que Milei adopta el discurso que hizo perder a Bullrich, y la convoca a su supuesto gobierno. E incluso convoca a “la izquierda”. Se parece más a una desesperación que a una propuesta concreta. Ya dijo como Macrí en 2015 que nadie iba a perder sus derechos. Creo que es tan contradictorio que nadie podrá creerlo. Y si es cierto, espanta a sus propios seguidores. Derechos y motosierra son antónimos.

La supina ignorancia de Javier Milei de imputarle al trotzquismo “comunista” los crímenes del stalinismo enemigo de Leon Trotski que lo condenó al exilio- es compartida por mucha gente que cree que la historia política se reduce al viejo Resumen Lerú que hoy es la cloaca Twitter. O al meme que sólo sirve para un momento de diversión.

Pretender una Argentina sin peronismo les ha fallado siempre, sin excepción. Ni bombardeos, ni proscripciones, ni prohibición de nombrarlo, ni desapariciones, ni torturas, ni intentos de asesinato. Nada de eso lo hace desaparecer como quisieran. Por el contrario, lo fortalece. Nos fortalece. Pruebas a la vista: cantaron victoria antes de tiempo, se comieron la curva.

Querer un país sin el adversario es un error que se paga. Los peronistas no aspiramos a terminar con el antiperonismo. Lo necesitamos. Entre otras razones porque nos obliga a corregirnos. Mientras sigan clamando nuestra destrucción nos dan vitaminas para vencer. Hay lugar, siempre, para los que no quieren destruir ni desaparecer a nadie. Aunque no les guste del todo lo que hay para comer (a mi tampoco me gusta todo el menú), la mesa está servida.

Creo firmemente que el camino no es el odio, que es mal consejero. “No hay que odiar al enemigo, porque te nubla la razón” decía Mario Puzo, el autor del libro de “El Padrino”.

Todo está abierto, todo está en discusión, todo.

Ojalá el odio se la siga nublando a este demente. Nuestro Pueblo no se merece a Milei.

PD con humor: quienes aspiramos a que Sergio Tomás Massa sea electo Presidente el 19 de noviembre ansiamos, rogamos y clamamos al cielo por el apoyo explícito para Milei de los mas inmensos mufas de la política latinoamericana: Mauricio Macri y Mario Vargas Llosa quienes, como el Rey Midas al reves, todo candidato que apoyan, pierde. Sin excepciones.

Dejanos tu opinión

El contenido de este campo se mantiene privado y no se mostrará públicamente.
CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.