La campana de Gauss y lo real maravilloso.
Cerro multicolor

Disculpe las molestias. Estamos trabajando.

Así decían muchos carteles en cualquier calle, vereda o ruta que nos indicaban que teníamos que desviarnos. Es decir, era un cartel estándar para un desvío estándar.

Solo que “desvío estándar”, para los que están en algunas disciplinas, significa otra cosa. Significa la manera en que se acumulan o dispersan series de datos. Nada que ver con agarrar la “colectora”. Tiene relación con la “campana de Gauss” que, por supuesto, tampoco es una campana, sino un gráfico.

La pregunta inmediata es: ¿Por qué le ponen “Desvío” a algo que no tiene nada que ver con el tránsito y “campana” a algo que jamás va a sonar?

La respuesta inmediata es: No se.

Tal vez alguien tradujo con el antepasado del Google translator. Tal vez después hubo gente que no se preocupó demasiado porque esto quedara “para entendidos”. Por eso a veces pienso que bastaría un buen intérprete para que muchas más personas entendieran un poco más de matemáticas

En cualquier caso, pensemos en una serie de datos numéricos. Puede ser cualquier serie referida a cualquier cosa, siempre que sea extensa. Por ejemplo, supongamos un gran duraznero completamente cargado de fruta. Supongamos que cortamos todos los duraznos que estén a punto, pesamos uno a uno, hacemos una lista con esos datos y la ordenamos de menor a mayor.

Así, el primer número va a ser el peso del durazno más chiquito y el último el peso del durazno más grande. Hacia la mitad de la lista se van a ubicar, e incluso repetir varias veces, los pesos de los “duraznos normales”, por decirlo así. Después, hacia arriba y hacia abajo de la lista estarán los pesos de los duraznos un poco más chicos o un poco más grandes que los normales. Y habrá números que directamente no aparezcan porque no hay ningún durazno que pese10 gramos ni tampoco que pese 1 kilo. La probabilidad de ocurrencia de esos duraznos es casi nula, casi cero.

Es decir, simplificando, que los “duraznos normales” representarán el “peso medio” de todos los duraznos.

El desvío estándar será entonces una representación de cuanto se alejan los duraznos de su peso medio.

Si el desvío estándar es pequeño tendremos una campana finita y si es grande tendremos una campana gordita.

Campana de Gauss
Campana de Gauss

Cuando en una encuesta te dicen que el margen de error es de tanto por ciento, se refieren, ni más ni menos, al desvío estándar que tiene esa consulta de opinión.

A mi a veces me da la impresión, que si pudiésemos definir algo así como “el argentino medio”, el desvío estándar sería enorme y la dichosa campana se asemejaría a una recta que se pierde en el infinito. Es decir que podemos esperar de nosotros, casi cualquier cosa.

Para ilustrar esto, ahora les voy a contar muy brevemente algunas historias y les pido que piensen qué probabilidad de ocurrencia tendrían esos hechos, a simple vista.

Una chica llamada Myriam nació en Berna en 1905. Siendo muy joven, decidió dedicarse a la actuación y participó en un par de películas del cine mudo. Tiempo después, conoció a un hombre unos pocos años mayor que ella y al poco tiempo se casaron. Un año después esa chica murió en cercanías de Marayes, un caserío en Caucete, San Juan en un accidente aéreo. Ella piloteaba su propio avión. En su memoria, su marido hizo construir el mausoleo más grande de Argentina. Dicen que las joyas de la chica están junto a ella, entre otras cosas un diamante famoso.

Eso sucedió. El mausoleo está en Alta Gracia, la chica nacida en Berna se llamaba Myriam Stteford y su marido era el millonario argentino Raúl Barón Biza.

Un naturalista italiano llegó a la Argentina a los 24 años, en 1888. Era un joven muy formado que pronto se vinculó con ámbitos científicos. Desarrolló distintas investigaciones de gran valor académico. Una localidad, un lago y varias calles lo recuerdan. Estaba interesado en los plesiosaurios, casi al punto de la obsesión. Alguien, sólo para molestar, uno que se hacía pasar por viajero explorador, le dice haber encontrado grandes huellas y otras evidencias que indudablemente provenían de un gigantesco herbívoro de hábitos acuáticos. Lleno de entusiasmo organiza una expedición científica a Epuyen, al sur de Bariloche, en 1922. Por supuesto, no logra encontrar ni al explorador que lo iba a guiar, ni las huellas, ni mucho menos el plesiosaurio. Solo para burlarse de él, se componen 3 tangos:

Dos de ellos se llamaron El Plesiosauro. El tercero se llamó Ya lo traen al plesiosaurio, “tango antediluviano para piano”. Eso sucedió. El científico se llamaba Clemente Onelli. Investigaciones científicas fracasadas hubo miles. Pero... ¿se imaginan componer música popular basada en un dinosaurio imaginario?

La cultura guanche, que refiere a los pobladores originarios de las islas Canarias, tuvo entre sus rituales la momificación de los muertos. Las momias encontradas corresponden a individuos que vivieron entre 100 y 200 años antes de Cristo. La mayoría fue encontrada en cuevas en cercanías de Tenerife. La mayoría, excepto 2. Esas dos, un hombre y una mujer de entre 20 y 30 años, fueron a parar, no se sabe muy bien como, al museo municipal de Necochea, donde estuvieron hasta el año 2003, que fue cuando tuvimos la gentileza de devolverlas a las Canarias.

Violet Jessop trabajaba como camarera en el Olympic, el primer transatlántico británico de lujo, cuando un buque de guerra lo embistió, abriendo un gran agujero en los camarotes de tercera clase y dañando el eje de una hélice. El Olympic tuvo que salir de servicio, así que Violet embarcó en el Titanic. Logró sobrevivir al naufragio y tiempo después embarcó en el Britannic, el tercero de esa serie de buques de lujo. El Britannic se hundió como producto de una enorme explosión en 1916. Violet también sobrevivió, lo que le dejó el sobrenombre de “Miss Inhundible”. Violet había nacido en algún lugar cerca de Bahía Blanca.

Pero de todas las historias que a primera vista parecen imposibles, una que me gusta mucho es la de Pedro Conde Magdaleno. En 1947 era secretario general de la Unión del Personal de Pastelerías, Panaderías y Afines. Por esa época Perón decide que además de agregados comerciales, culturales, militares, etc. en las embajadas argentinas debía haber agregados obreros. Pedro Conde hace un curso y luego de unos meses se une a la delegación argentina que iba a reabrir la embajada en la Unión Soviética. Allá se fueron el embajador, otros diplomáticos, otros agregados, secretarios, Pedro Conde y su familia.

La cosa es que el bueno de Pedro, que partió ilusionado con conocer el primer país del mundo gobernado por los proletarios, se encontró con que la Unión Soviética, gobernada por Stalin, no le gustaba ni medio. Al poco tiempo de llegar se relacionó con dos exiliados de la República Española, a los que un año después, intentaría hacer escapar en sendos baules. El intento fracasó y a Pedro lo echaron a patadas de la Unión Soviética.

En 1951 publica un libro, hoy inconseguible, titulado: "¿Por qué huyen en baúles los asilados españoles en la URSS?" donde relata sus experiencias.

Parece que estoy hablando de un pasado lejano pero no es así. Uno de los payadores actuales, nacido en Los Toldos, provincia de Buenos Aires, se llama Wilson Saliboncic. (Saliwonczyk). Con doble v, y termina con c z y k.

Uno de los chamameceros más presente, más conocido, más cercano, es el Chango Spasiuk. Spasiuk amigos... Apellido polaco? Ucraniano?

Todos tenemos amigos y compañeros con los apellidos más extraños. Y cuando es demasiado impronunciable lo “rebautizamos” y ya está, sin pensar más en el asunto.

Es que en realidad no nos sorprende. Convivimos con lo improbable, con lo disparatado. Lo tenemos incorporado. Está ahí. Todo el tiempo.

Unos muchachos senegaleses en La Plata cantan “Perón Perón que grande sos” hace un par de días y dentro de una semana ya nos va a parecer normal que sepan cantar el resto de la marchita.

Lo que casi es imposible termina siendo algo tan de todos los días como ir al supermercado de los chinos. Ahora que lo pienso,... eso de “ir al chino”... otro tema, no?

Finalmente, la Negra tenía razón. También en eso. Lo cotidiano se volvió mágico.

Cantaba Mercedes, ¿Se acuerdan?

“Junto a los pájaros que aman la vida
y la construyen con el trabajo
arde la leña, harina y barro
lo cotidiano se vuelve mágico
se vuelve mágico”

Algún día creo que le voy a pedir al amigo Osvaldo acá presente que me explique desde la sociología cómo es que en nuestro país es tan alta la probabilidad de ocurrencia de tanto loco suelto, nativo o por opción. O será que la “locura” entre comillas, la posibilidad de crecer y florecer y dar fruto, para las personas, igual que para los árboles requiere de un terreno, de lluvias adecuadas, de un entorno, en síntesis.

También creo que estaría bueno pensar un poco con el amigo Hernán aquello del realismo mágico del que hablaba García Márquez o lo real maravilloso de Alejo Carpentier.

En lo personal, creo que estamos rodeados por lo real maravilloso, y tan acostumbrados, que ni siquiera lo vemos.

Abramos bien los ojos y los oídos. La magia acecha a la vuelta de la esquina.

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