Al ubicar la cultura dominante neoliberal, como una expresión colonizadora que ha teñido los últimos 50 años, no sólo de la Argentina sino del mundo, es necesario disecar los contenidos utilizados, por ésta nueva Modernidad para dominar a los pueblos y someterlos a culturas, procesos políticos y económicos, dependientes de intereses externos a sus propias historias e identidades.