Tenés que estar dispuesto a todo. A arrastrar por los sumideros de la Historia cuarenta años de profesión; a despilfarrar ese módico prestigio que da una que otra frase feliz.
La gestión de Cristina hizo una cruzada con la Ley de Medios, con la que, se suponía, cambiaría el paisaje del poder mediático en la Argentina y libraríamos una batalla por el sentido en igualdad de condiciones con los que ya no serían monopolios de la palabra.
Millonarios, aburridos de todo, excedidos de lujos, ciegos de poder. Ni en las drogas más exclusivas encuentran sensación, entonces proyectan su sadismo en un pobre animal al que solo comprenden como un objeto de su diversión.